lunes, 30 de noviembre de 2009

Una nueva expedición


Veinte alabarderos, tres arietes y una veintena de paladines han cruzado el vado. Están listos para irrumpir contra la gente de Etelfredo. La obra de destrucción empieza por lo periférico y luego poco a poco cierran el cerco sobre el centro urbano. Además, ya está localizado lo poco que queda de Ambrosio. Un grupo de invasores de pasto esperan su turno guarecidos en el castillo.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Desde las aguas del río


La flota de los celtas verdes enfila sus cañones hacia la infraestructura costera. Es el afán de por atacar a Etelfredo de todos los modos posibles, hasta que no resista el hostigamiento y sea derrotado. Si un aldeano intenta levantar un nuevo edificio de reemplazo, también es blanco de ataque.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Pago por espías


El enemigo al descubierto. Ahora se conocen todos sus movimientos, la posición de sus edificios, la ubicación de la reliquia capturada hábilmente y el lugar de su gente. Un dato: Brude ha comenzado a tomar partido de la lucha. Envía sus guerreros y maquinarias de asedio contra Etelfredo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nueva contraofensiva de Etelfredo


De pronto se perdió toda la tropa que resguardaba la reliquia. A veces sucede que una unidad de caballería, obviamente del enemigo, se acerca a un conjunto de soldados y los hace moverse de un lugar a otro (a veces hacia el territorio hostil, a veces alejándolo de él). O bien van destruyendo edificios económicos y así van avanzando, hasta que se internaron en una región difícil, llena de torres y, de paso, se encontraron con todo el ejército de Etelfredo, que salió a batirse a muerte. Sólo así se explica el extraño descenso poblacional. Y en ese instante se llevaron la reliquia con facilidad. En la imagen, los pocos que quedaron repelen el ataque de Etelfredo que destruyó a los arietes y alabarderos anteriores.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Ambrosio camina hacia la derrota


Los residuos que se ven allí son lo que fueron un castillo y un centro urbano. Para éste último se aplicó una técnica que minimizó los daños a los arietes de asedio; la cual consiste en colocarlos entre dos edificios aledaños, separados por un pequeño espacio. Ellos son especialistas en dicho procedimiento. Ahora los alabarderos se retiran de los arietes y luchan contra los son —al parecer— los últimos aldeanos de Ambrosio.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Es turno del castillo


La reliquia sigue allí, en espera de los monjes de los celtas verdes. Está rodeada y protegida por unidades militares y maquinaria de asedio. Mientras tanto, se continúa, empecinadamente, en acabar con Ambrosio. Se espera ese momento en que sea su derrota final.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Arietes de asedio en acción


Atacando el centro urbano. El objetivo es seguir destruyendo y borrar a Ambrosio del mapa. Hay un grupo rezagado por si ocurre alguna contraofensiva, al mismo tiempo que destruyen lo que encuentran a su paso.

martes, 17 de noviembre de 2009

Atacando al mercado


Nueva camada de paladines se lanza al ataque. Al parecer Ambrosio ya anda de capa caída y no va dar una respuesta enérgica para contrarrestar a los celtas verdes. Han reconstruido el mercado. Una carreta de Etelfredo está como desorientada, aún no reanuda su tránsito comercial. Ambrosio ha perdido su reliquia, que yace libre para quien quiera rescatarla. Lastimosamente hay torres cercanas que podrían herir a un monje o un grupo de ellos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Preparando nueva expedición


Los nuevos alabarderos sobran. La mejor forma de utilizarlos es incluirlos en el interior de un ariete. Aumentan su velocidad de desplazamiento de éstos y mejora aún más su fuerza de ataque. Con ello se logrará derribar murallas y otros edificios. Y cuando un aldeano quiera reconstruir, o un guerrero salga en defensa, sólo bastará que los alabarderos salgan del ariete y respondan como debe ser. Ellos fueron introducidos en un barco transporte.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Intervención de los alabarderos


Como escaseaban los guerreros, la mejor forma de defenderse de Etelfredo fue utilizar los aldeanos. ¿De qué manera? Pues lanzando flechas desde el castillo. Luego surgieron los alabarderos. Ellos combatieron contra los arqueros a caballo. Los otros onagros de asedio fueron eliminados por obra del castillo defensor. Previamente, otros sacrificaron su vida destruyendo los lanzapiedras.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Paladines defensores


Con sólo cuatro paladines se sale en defensa de la acometida de Etelfredo. El objetivo es destruir las armas de asedio, para que no consigan derribar la puerta e ingresar al territorio. Pero los arqueros a caballo son muchos, ellos pueden dejar fuera de combate a los paladines con sus flechas.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Etelfredo sale en defensa


La expedición ha concluido de un modo nada favorable. Todos caídos, incluso las piezas de asedio. Y para colmo de males un solitario lanzapiedras de Etelfredo sale en defensa de su aliado, quizás ya diezmado severamente. Pone en peligro las defensas del vado, ya que es sólo la avanzada de una expedición mayor. No hay suficientes guerreros para detenerlos. Nos encontraron en un mal momento. Sin embargo no se pierde tiempo: se vuelven a crear nuevas unidades para plantar la defensa.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Escaramuza con Ambrosio


Paladines de los celtas verdes encaran una lucha contra la infantería de Ambrosio compuesta de invasores de pasto y alabarderos. No hay mucha presencia de su caballería, tan sólo un par de húsares. La torre de homenaje lanza flechas. Por su parte, la flota, sin rival en las aguas, puede destruir los edificios costeros.
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