sábado, 26 de marzo de 2011

Rey Leovigildo


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Leovigildo, uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Rey Leovigildo (según Age of Empires) o simplemente Leovigildo fue un rey visigodo durante los años 572 y 586. Era hijo de Liuverico. Obtuvo el reinado tras la muerte de su hermano Liuva I con quien previamente tuvo una situación de co-gobierno. Leovigildo era gobernante de la Hispania Citerior que comprendía los territorios de la actual Cataluña y Valencia y otros pueblos de la costa mediterránea de la actual España.

Durante su gobierno emprendió diversas campañas militares en diferentes lugares de Hispania con lo cual afianzó su poder en la antigua Toletum (la actual Toledo). Entre sus campañas destaca una contra los vascones, a raíz de lo cual consiguió fundar la ciudad de Victoriacum (o Victoriaco) que le servía para tener el control de Vasconia, la tierra de los vascos. Una de las razones que se esgrimen para justificar el hecho consiste en que Leovigildo conocía de los constantes saqueos en la zona comprendida entre el rio Ebro y los montes Pirineos.

Leovigildo reinó catorce años de los cuales sólo en uno pudo estar libre de guerras, tiempo en el que se dedicó a la construcción de la antigua ciudad visigoda de Recópolis en honor a su hijo Recaredo y siguiendo una costumbre muy extendida entre romanos y bizantinos. En el inicio de su reinado guerreó contra los bizantinos sin obtener mucho éxito. Se dedicó, además, a sofocar las rebeliones al norte y sur de Hispania entra las que destacan la rebelión de los nobles cántabros. Otra de sus guerras fue contra los francos.

Un particular episodio de su vida es la guerra civil contra su hijo Hermenegildo, que se había sublevado contra él. En el plano religioso, Leovigildo era arriano; mientras que su hijo rebelde, católico. Contaba, además, con el apoyo de los suevos liderados por su rey Miro. Sin embargo, Leovigildo logra controlar la rebelión y Hermenegildo muere. Tras la muerte del rey Miro en batalla su sucesor, Eborico, pasa a ser aliado de Leovigildo.

La conquista definitiva de Lusitania no llegaría hasta el 585 cuando era gobernada por su rey Audeca (o Andeca). Leovigildo aprovechó los problemas de sucesión dinástica que atravesaba el reino suevo para intervenir. Miro había muerto y Eborico fue destronado por los nobles suevos porque reconoció la superioridad de los visigodos sobre los suevos. En ese contexto apareció Audeca quien destronó a Eborico y se casó con la madre de este tratando de legitimar su trono, pero fue vencido por Leovigildo y enviado a un monasterio por el resto de su vida. Cuando Leovigildo logró conquistar Galicia nombró un gobernante visigodo, representante suyo ante el nuevo pueblo anexado a su reino y gobernó al pueblo suevo de acuerdo a las leyes de los mismos.

Entre otra de sus labores figura la creación del Codex Revisus (o Código de Leovigildo). La importancia de este cuerpo legal consiste en que establece la equiparación jurídica de las poblaciones visigodas e hispanorromanas en los procesos legales. Además, elimina la prohibición de matrimonios entre visigodos y hispanorromanos. Anteriormente dicha situación implicaba la pena de muerte.


Nota de redacción: Todas las partidas de Age of Empires II: The Conquerors Expansion relatadas en este blog constan de ocho participantes (siete dirigidos por la inteligencia artificial del juego y otra dirigida por quien tiene la palabra ahora y escribe bajo el sobrenombre de Valmont). Con la partida denominada Todos los Godos sucedió un problema. Hubo siete participantes aparte de mí, pero dos de los participantes tienen el nombre repetido, ése fue Rey Leovigildo. He notado, al momento de iniciar partidas, sólo por la curiosidad de conocer cuántos nombres diferentes pueden aparecer liderando una civilización, que en ocasiones el juego puede duplicar un nombre e incluso hasta triplicarlo. Según he visto, sucede a menudo con las civilizaciones de las que la Historia conoce poco tales como godos, hunos, aztecas o mayas, por citar algunos ejemplos. Cuando se organiza una partida de ocho participantes, con siete participantes del mismo pueblo y dirigidos por la inteligencia artificial, se puede presentar dicho problema porque el software no dispone de muchos nombres para escoger porque el total de ellos (en los godos, hunos, aztecas o mayas) es escaso. Apenas llegan a nueve o diez a diferencia de los ingleses, franceses y españoles para los cuales el juego dispone de más nombres.

Rey Leovigildo fue mi aliado en la mencionada partida, pero también hubo un rival que llevaba su nombre. ¿Cómo podemos solucionar este problema? Supongamos que hubo una revuelta en su pueblo, se formaron dos bandos y cada cual quiso pelear en nombre de su rey. Listo. Prometo tener más cuidado a la hora de elaborar las partidas.

viernes, 25 de marzo de 2011

Rey Alarico II


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Alarico II (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Rey Alarico II (según Age of Empires) o simplemente Alarico II fue el octavo rey de los visigodos, desde el año 484 hasta el 507. Fue hijo de Eurico. Tuvo un matrimonio con Teodegunda, hija ilegitima de Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos.

En el 484 Alarico II negó refugio a Afranio Siagrio, gobernante romano del último reducto del Imperio Romano de Occidente, quien fue derrotado por Clodoveo I, rey de los francos, en Soissons. Siagrio fue enviado donde los francos y fue decapitado. Alarico II cedió entregarlo luego de las constantes intimidaciones de Clodoveo.

Alarico II murió en la batalla de Vouillé que enfrentó a los visigodos contra los francos dirigidos por Clodoveo I, quien de acuerdo con Gregorio de Tours asesinó al propio Alarico II y tomó posesión del tesoro de Tolosa. Con esta derrota se marca el final del Reino de Tolosa. Todas las posesiones visigodas en la Galia, a excepción de la Narbonense, fueron perdidas.

Este rey visigodo también es conocido por haber elaborado un cuerpo de leyes conocido como Breviario de Alarico o bien como Lex Romana Visigothorum, el cual recoge el derecho romano postclásico y vulgar vigente en tiempos de Alarico II y aplicado en el Reino de Tolosa, siendo una de las más importantes junto al Codex Euricianus; mientras que éste era ley entre los visigodos, aquél era ley para los galos e hispanorromanos. El propósito de Alarico II fue la convivencia de las dos poblaciones por la vía del derecho consuetudinario.

jueves, 24 de marzo de 2011

Rey Walia


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Walia (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Rey Walia (según Age of Empires) o simplemente Walia o Wallia fue el cuarto rey de los visigodos entre el 415 y 418 de la era cristiana. Hermano de Ataulfo, a la muerte de éste y su sucesor Sigerico, fue designado rey.

Tras el asesinato de Ataulfo, Sigerico accedió al trono. Durante sus cortos siete días de gobierno se encargo de asesinar a la descendencia de Ataulfo, es decir, sus seis hijos, y hostilizó a Gala Placidia, futura emperatriz consorte romana viuda de su antecesor. Los partidarios de Walia, ante tanta violencia, decidieron dar muerte a Sigerico.

Walia estableció la capital del reino visigodo en Tolosa. Posteriormente intentó ocupar el norte de África pero una tempestad y escases de víveres hizo fracasar sus planes. A raíz de esto último, firmó un tratado (foedus) con el emperador Honorio. En dicho tratado el emperador romano entregaba 600.000 moios de trigo a cambio de devolver a Gala Placidia y de eliminar a los vándalos silingos de la Bética y a los alanos de Lusitania.

En el 418 Walia cumplió con su parte del tratado. Sólo restaba eliminar a los suevos y a los vándalos asdingos; pero cuando Walia estaba a punto de hacerlo Honorio cambió de planes y decidió entregar la Aquitania a los visigodos para su establecimiento.

A su muerte, Walia fue sucedido por Teodorico I, yerno de Alarico I. Walia algunas veces es tomado como la fuente histórica que dio origen a la figura de Walter de Aquitania, un héroe de la épica medieval.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Rey Eurico el Visigodo


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Eurico el Visigodo (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Rey Eurico el Visigodo (según Age of Empires) o simplemente Eurico nació en 440 y murió en 484 de nuestra era. Fue rey de los godos (después de asesinar a su hermano Teodorico II) y su reinado duró desde el 466 al 484. Era hijo de Teodorico I y posteriormente fue sucedido por Alarico II. Estuvo casado con Ragnanilda, una supuesta hija de Meroveo, rey de los francos.

Su reinado coincide con la disolución del Imperio Romano de Occidente. Los visigodos se habían convertido en una federación al interior del imperio, permitiéndoseles asentarse en el sur de la Galia. En virtud de ese foedus, Eurico no reconoció a Odoacro, rey de los hérulos; más bien, independizó completamente al reino visigodo rompiendo de esa manera el vínculo con una inexistente Roma.

Continuando con su política se apropió de diversos territorios en la Galia y en Hispania. En la Galia tuvo guerras contra francos y sajones e incluso contra Riothamus, un general britano-romano en el cual muchos expertos ven la figura mítica del Rey Arturo. Durante su reinado el reino visigodo se convirtió en el más influyente y poderoso de Europa. Estableció la corte en Tolosa (la que sería la futura Toulose) aunque la verdadera capital del reino debería ser Arlés. Esto es lo que la historiografía española denomina el “Reino de Tolosa” que abarcó una gran extensión de la península Ibérica a excepción de Galicia y el norte de Portugal y la región poblada por los astures y vascones que se mantuvo independiente; en la Galia ocupaba una buena parte de ella al oeste del río Rin y al sur del río Loira. Durante sus vínculos con el agonizante Imperio Romano de Occidente mantuvo una independencia de facto.

Hacia el 472 Eurico envió a Gauterico a tomar las tierras de Pamplona y Zaragoza como también otras ciudades cercanas y conquistó Tarraco en 474. Mantuvo creencias arrianistas (una herejía cristiana) al extremo de llegar al fanatismo. También dejó un cuerpo legal conocido como Codex Euricianus, un compendio de las leyes del pueblo visigodo. Con esto se convirtió en el primer rey de un pueblo germánico en preocuparse por una tarea de tal magnitud.

martes, 22 de marzo de 2011

Teodorico el Godo


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Teodorico el Godo, uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Teodorico el Godo (según Age of Empires) o Teodorico I o Teodoredo I (de acuerdo con otras fuentes) fue un rey de los visigodos. Hijo ilegítimo de Alarico, en el año 418 sucedió a Walia y murió en el 451 en la colosal batalla de los Campos Cataláunicos en la que se encontraron los ejércitos de Atila, los romanos de Flavio Aecio y los godos de Teodorico. Con éste rey se inicia el asentamiento de los visigodos en Aquitania y emprende la expansión hacia Hispania. Es conocido además por iniciar el linaje visigodo de Tolosa.

Anteriormente al reinado de Teodorico los romanos habían ordenado a Walia, el antecesor, abandonar Hispania y asentarse en la Galia, específicamente en Aquitania y parte de Narbona. Cuando Teodorico llegó a ser rey, entendió que los visigodos carecían de costa en el Mar Mediterráneo. Aprovechando la debilidad del Imperio Romano de Occidente decidió iniciar la expansión, pero fue frenado por Flavio Aecio y sus aliados hunos, cuando Teodorico intentaba conquistar Arlés. Los visigodos no tuvieron más alternativa que firmar un tratado.

Años más tarde, en 436, Teodorico y los visigodos retoman la tentativa de acceder al Mar Mediterráneo, en medio de un punto álgido de la historia del Imperio Romano de Occidente pues sufría el climax de las invasiones bárbaras. Teodorico intenta sin éxito conquistar Narbona pues Litorio y un grupo de hunos bajo su mando lo impidieron.

Es ineludible hablar de Teodorico sin mencionar a Atila. Desde Panonia (actual Hungría) éste rey bárbaro avanzó con su gran ejércitos hacia Europa Occidental invadiendo la Galia. Avito (futuro emperador de Roma) forjó una alianza con Teodorico contra los hunos, pues los tenían como enemigo común. Se había formado una coalición de romanos visigodos, alanos, burgundios y francos contra los hunos, ostrogodos, escitas, hérulos, gépidos, sármatas y guerreros de otras tribus germánicas menores. La victoria se debió al gran esfuerzo de los godos que, dirigidos por Teodorico, atacaron al grueso del ejército enemigo. Atila se retiró en la noche, en plena confusión.

Teodorico murió en la batalla. Su cuerpo no fue encontrado sino hasta el día siguiente. Existen dos versiones sobre su muerte. La primera dice que fue arrojado de su caballo y luego pisoteado por el mismo. La segunda señala que fue muerto por la lanza de un ostrogodo. Ambas versiones provienen de Jordanes, un historiador romano. Teodorico fue velado y enterrado en el mismo campo de batalla por sus guerreros, de acuerdo con la tradición de los godos. Fue sucedido por su hijo Turismundo, elegido rey en el mismo campo de batalla.

lunes, 21 de marzo de 2011

Teias el Godo


Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.

Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Teias el Godo (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.


Teias el Godo (según Age of Empires) o también Teja o Theia (de acuerdo con otras fuentes) fue el último rey de los ostrogodos en Italia. Sólo se conoce de él su fecha de muerte, que se sitúa en el año 552 y 553 de nuestra era. En la batalla de Tagina fue alzado sobre un escudo, a la usanza de los godos, y proclamado como sucesor del anterior rey, Totila, quien había muerto en combate.

En su camino hacia el sur de Italia consiguió el apoyo de figuras importantes que sirvieron bajo el mando de antecesor, entre los cuales se encuentran Scipuar, Gundulf, Gibal y Ragnaris. Su pretensión era realizar un último ataque contra el ejército bizantino liderado por Narsés, un general al servicio del famoso emperador Justiniano. La batalla se realizó en el Monte Lactario al sur de Nápoles. El resultado de dicha batalla fue una contundente derrota de los ostrogodos. Teias encontró la muerte en el campo de batalla y lo mismo se supone de Scipuar y Gibal; Gundulf y Ragnaris emprendieron la huída del campo de batalla, aunque se piensa que éste último fue muerto posteriormente al intento de un agente secreto de los bizantinos.

De esta manera los ostrogodos fueron derrotados y su presencia en Italia se vio cada vez más aminorada como fuerza política capaz de oponerse a otros militarmente hablando. Poco a poco los ostrogodos empezaron a formar parte de la población de la Italia de su tiempo; otros, en cambio, tomaron camino rumbo al reino visigodo al cual se incorporaron. Widhin, el último príncipe ostrogodo de quien se tiene noticia, organizó revueltas en el norte de Italia hacia el año 562 pero fue capturado y sus intentos no lograron trascender.

viernes, 11 de marzo de 2011

Tirante el Blanco. Imágenes para recordar

A continuación se presenta una serie de imágenes, las más representativas de la película analizada. No es exhaustivo, como hago con las partidas que juego, sino más bien he tomado unas cuantas a fin de presentar la película. Ya sea para quienes la conocen, porque la han visto anteriormente; o bien para aquellos que no han tenido la oportunidad de verla, creo que puede resultar un material interesante. Espero que lo disfruten.



miércoles, 9 de marzo de 2011

Tirante el Blanco. Un pequeño análisis

Debido al tiempo transcurrido —desde su estreno hasta hoy— ya debe haber literatura crítica de cine muy desarrollada sobre la película. Entonces, evitando caer en un círculo vicioso, mi pretensión es encontrarle algún punto, visto desde cierto ángulo, que termine por ser original y novedoso. Es por ello que termino haciendo esta suerte de ensayo o apreciación crítica centrada en uno o dos temas. Por otro lado, estudiar la película globalmente seria un proyecto que tomaría años y el formato del blog no permite algo tan extenso.


Un héroe de carne y hueso

Quienquiera que haya leído Tirante el Blanco y también haya visto la película basada en el libro, encontrará muchas diferencias. Sin embargo, la esencia de la obra literaria se ha mantenido en la película: hay más de sentimientos y hechos de la vida cotidiana que relatos de batallas.

Es indudable que Tirante el Blanco (Tirant lo Blanch por su nombre original) es una novela de caballería, pero es la primera en mostrar un héroe, es decir un caballero, de carne y hueso, que parezca un ser humano común y corriente, incluir aspectos irónicos, sentimientos, defectos, el amor sensual y ya no el amor sublimado tal como los libros de caballería ofrecían al público en el tiempo que el libro apareció, cerca del  final del siglo XV.

Tirante el Blanco es un caballero valenciano que es llamado por el emperador de Bizancio para que defienda el imperio contra las arremetidas de los turcos otomanos, quienes llevan conquistadas 9 de 10 partes del imperio, tal como lo dice el Gran Soldán en cierto pasaje de la película. No se precisa que haya pago en metálico, con lo cual llamaríamos a Tirante un mercenario; pero lo que sí podemos precisar es que toma en serio la causa de Bizancio, ya que no desea que los turcos sigan avanzando en dirección a la capital del imperio.

A su llegada a Bizancio (o Constantinopla) a Tirante y sus huestes no se les recibe con gran boato. El príncipe Miguel ha muerto en el campo de batalla y hay luto por ese motivo. De inmediato aparecen las primeras luces acerca de lo que llamaríamos un héroe de carne y hueso. Tirante puede ser un hombre de armas, fiero y vencedor en las lides guerreras; sin embargo, ve a la princesa Carmesina y se enamorada de ella tanto así que se encuentra trastornado, a punto de desfallecer, como si un violento deseo que se apodera de él, hasta que encuentra un lugar donde reposar y allí se desmaya. Según Diafebus, su segundo al mando de las huestes, son “ausencias que sufre” debido a un golpe sufrido en Sicilia. Más adelante Tirante explica que siente dolor por saber que ama pero por no saber si es amado.

Mucho antes que Tirante decida emprender la primera acción militar, más le interesa llevarle un mensaje a su amada. Transcurridos mensajes de ida y vuelta entre ambos enamorados, Tirante emprende su primera acción militar. Hay un predominio de lo pasional y humano sobre las tareas que se debe emprender. Son personajes de carne y hueso: no pueden resistirse a la pasión.

El amor va de ambas partes. Carmesina también está enamorada, queda impactada a la primera vista de Tirante. Su amor trasgrede los límites de la decencia de la época, pero en cosas simples como envíale su cojín cuando Tirante está arrodillado durante toda la misa, o entregarle la túnica que lleva por dentro para que Tirante la vista sobre su armadura a la hora de la batalla. La princesa es una niña que aún juega con muñecas y de amor sabe poco.

En cierta incursión militar, Tirante recibe heridas en el combate y debe reposar. En cambio, en la mayoría de novelas o historias de caballería el caballero puede acabar con cientos de enemigos con un solo mandoble de su espada y sin sufrir heridas. Sin embargo, en caso de sufrirlas, se suelen curar con ungüentos mágicos que los reponen de inmediato.

El título de esta película analizada en la versión para angloparlantes es The Maidens’ Conspiracy. Traducida al español significaría “La conspiración de las sirvientas”. Es muy importante este punto ya que marca toda la historia. En Bizancio, no hay heredero. Los emperadores están muy viejos como para engendrar un nuevo hijo varón. Como hemos apuntado, el príncipe Miguel murió en batalla; así que la única que queda para prolongar la existencia del imperio —a través de la descendencia— es Carmesina; pero ella no puede gobernar aparte de que se requiere de una figura masculina fuerte al mando de Bizancio. Las sirvientas como Placer de mi vida y Estefanía son muy conscientes de esta situación. Ellas ven el amor de Tirante por Carmesina como una posibilidad de solucionar la situación. Con Tirante de emperador, el imperio recobraría fuerza y capacidad de batallar contra los turcos. Carmesina, en un primer momento, objetará que no puede desposarse con Tirante ya que él no pertenece a casa noble.

Tirante no sólo ama sentimentalmente, sino además de modo carnal. Carmesina, la amada, es apenas una niña virgen que pone muchas trabas ya que preferiría un romance más idealizado: con un gran príncipe y el beneplácito de sus padres. Hay una idea que ronda la atmosfera de la película: las bodas sordas. Diafebus y Estefanía tienen relaciones sexuales antes de casarse, con lo cual ésta no llegaría virgen a su matrimonio. Una vez sucedido esto, según lo que se desprende de la película, a esas bodas no asisten los padres de muchacha ni hay banquete; en fin, no hay nada que celebrar ya que el matrimonio resultó de una situación deshonrosa. La princesa busca evitar esa situación. No quiere entregar su virginidad a Tirante porque eso supone que su posterior boda sea una boda sorda.

De todos modos, hay una salida para ello. Las sirvientas, como Placer de mi vida, saben que existe un modo de comprometer a Tirante con Carmesina y obligar a los emperadores a aceptar el noviazgo entre ambos. Lo que deben hacer es que se dé una relación sexual entre Tirante y Carmesina con el consecuente embarazo de esta última. Hay un intento en el que participan Placer de mi vida, Tirante y una Carmesina que se halla entre sueño y vigilia, ya de noche cuando casi todos duermen. La seducción termina con que la princesa grita del susto despertando a todo el mundo. Tirante debe huir por medio de una soga que no llega al suelo. Todos han despertado. Incluso el anciano emperador aparece dispuesto a matar a la rata que “asustó” a su hija cuando en verdad quien asustó a la princesa fue Tirante. Ante la premura, para evitar ser descubierto, Tirante se desprende de la soga, a una gran altura, y se lesiona una de las piernas.

Tirante profiere intensos dolores y quejas. Ante la vigilancia del emperador y el resto de la corte, con los cuales debe mantener cordura, la única solución para dar pretexto a la lesión de su pierna consiste en que salga a cabalgar a ver el campamento de los turcos y caer de la silla de montar. Sólo así se justificaría la lesión. Lamentablemente el remedio resulta siendo peor que el mal. Tras la fingida caída, Tirante se lesiona las dos piernas. Ya tenía una pierna lesionada, ahora son dos y de una peor manera: Tirante tiene rotas las dos piernas y se le recomienda un periodo largo de reposo. El emperador informa que Tirante tiene el fémur salido y los huesos quebrados.

La lesión de Tirante no será impedimento para que las sirvientas sigan conspirando. Tras la toma de la ciudad de San Jorge, por parte de los turcos, estos están interesados en negociar la paz mediante un matrimonio entre Mohamed IV y Carmesina. Prejuicios de religión impiden la realización del enlace. Se trata de un islámico con una cristiana. Es allí donde Carmesina decide seguir el consejo de las sirvientas y entregarse a Tirante. Ella espera por éste desnuda y acompañada de sus damas. A Tirante lo cargan en su camilla y a la hora del acto sexual un caballero debe tomar a Tirante de las piernas e impulsarlo para penetración. Tirante no siente el dolor propio de sus lesiones; lo cual nos dice que para placeres carnales estaba bien dispuesto. Un acto que comúnmente es de dos y en privado termina siendo un acto que cuenta con observadores y ayudantes. Un aspecto irónico muy interesante.

Como hemos señalado al inicio, la película y la novela Tirante el Blanco tienen puntos divergentes; pero a pesar de ello la esencia del personaje, que quiso transmitir Joanot Martorell, el autor, se ha mantenido en la película. Hemos visto un héroe de carne y hueso, capaz de amar pasional y carnalmente; un héroe fuerte pero no inmortal, que puede recibir heridas. También se ha visto un universo donde triunfa lo realista ante lo idealista. Por ejemplo, los sueños que Carmesina termina abandonando para entregarse a Tirante en un amor que no cuenta con la aprobación de los emperadores porque Tirante carece de procedencia nobiliaria. El aspecto irónico también es interesante, Hipólito, que apenas aparece en la película, es quien accede al trono de Bizancio, habiendo sido previamente amante de la emperatriz.

lunes, 7 de marzo de 2011

Tirante el Blanco. Ficha Técnica

Con este título cerramos la selección de películas que se relacionan con Age of Empires II. Se trata de un clásico de las novelas de caballería llevado por primera vez a la pantalla grande: Tirante el Blanco, cuya autoría pertenece a Joanot Martorell. Un libro elogiado por un genio como Miguel de Cervantes, en su famoso Don Quijote y, también, por un premio nobel como Mario Vargas Llosa, quien incluso le dedicó una colección de ensayos titulada Carta de batalla por Tirante el Blanco.

La novela se focaliza en las aventuras de un caballero medieval, fiero y siempre vencedor en las lides guerreras; pero que cae enamorado de una princesa quien le manifiesta similares deseos sentimentales aunque siempre poniendo barreras, aparte de las dificultades del entorno que les rodea, donde unos hacen difícil el romance mientras otros tratan de hacerlo posible.

Sólo una acotación final antes de concluir. La película enfatiza el aspecto sexual de la novela que la inspira. Por ese motivo debemos advertir que la película está restringida a menores de edad. Cuando se presente las imágenes seleccionadas de la película, se excluirán aquellas que sean de contenido lascivo. Además, en la realización del análisis pertinente se cuidará el lenguaje de tal manera que no caiga en lo vulgar, si cabe la necesidad de mencionar los momentos de pasión carnal que el film expone al público.


Título Original
Tirante el Blanco

Idioma
Inglés

Dirección
Vicente Aranda

Producción
Enrique Viciano

Guión
Vicente Aranda (basado en la novela homónima de Joanot Martorell)

Protagonistas
Casper Zafer (Tirante el Blanco)
Esther Nubiola (Carmesina)
Victoria Abril (La Viuda Reposada)
Leonor Watling (Placer de mi vida)
Ingrid Rubio (Estefanía de Macedonia)
Charlie Cox (Diafebus)
Giancarlo Giannini  (El Emperador de Constantinopla)
Jane Asher (La Emperatriz)
Sid Mitchel (Hipólito)
Rafael Amargo (Mohamed III o El Gran Soldán)

Diseño de vestuario
Yvonne Blake

Música
José Nieto

Fotografía
José Luís Alcaine

Montaje
Teresa Font

Studio
DeAPlaneta

Distribución
DeAPlaneta

Duración
122 minutos

viernes, 4 de marzo de 2011

Tristán e Isolda. Imágenes para recordar

A continuación se presenta una serie de imágenes, las más representativas de la película analizada. No es exhaustivo, como hago con las partidas que juego, sino más bien he tomado unas cuantas a fin de presentar la película. Ya sea para quienes la conocen, porque la han visto anteriormente; o bien para aquellos que no han tenido la oportunidad de verla, creo que puede resultar un material interesante. Espero que lo disfruten.



miércoles, 2 de marzo de 2011

Tristán e Isolda. Un pequeño análisis

Debido al tiempo transcurrido —desde su estreno hasta hoy— ya debe haber literatura crítica de cine muy desarrollada sobre la película. Entonces, evitando caer en un círculo vicioso, mi pretensión es encontrarle algún punto, visto desde cierto ángulo, que termine por ser original y novedoso. Es por ello que termino haciendo esta suerte de ensayo o apreciación crítica centrada en uno o dos temas. Por otro lado, estudiar la película globalmente seria un proyecto que tomaría años y el formato del blog no permite algo tan extenso.


Limitaciones de una mujer medieval

Si nos ponemos a pensar que hasta hace unas décadas atrás no hubo muchas libertades para las mujeres, que muchas de las actividades que hoy realizan les eran completamente vetadas, creo que podemos llevar este razonamiento hacia la condiciones de vida en la Edad Media y llegamos a la conclusión de que en aquellos tiempos el rol de la mujer pudo haber sido más restringido, negando libertades que hoy nos parecen obvias.

Tristán e Isolda es netamente una historia de amor. En un principio fue un relato que se transmitía oralmente para deleite de los espectadores y en cada lugar iba tomando matices diferentes, que empiezan a darle variantes a la leyenda. Hoy, varios siglos después, la leyenda es retomada, en una versión cinematográfica, confiriéndole nuevos aspectos. Es así como tenemos una historia en la que Irlanda ejerce poder sobre los divididos reinos de Britania, porque la primera no fue conquistada ni ocupada por los romanos mientras que la segunda sí lo fue. Por eso, con el retiro de las legiones romanas, Britania cayó en un estado de anarquía que permitió su división en reinos feudales gobernados por celtas, druidas, sajones, pictos, anglos, etc. Los pueblos mencionados son los que salen de la boca de un personaje de la película.

Para el presente análisis vamos a marginar a Tristán a un rol secundario y, más bien, vamos a enfocarnos en la figura de Isolda. Tal elección resulta interesante ya que presenta más material para analizar.

De todos los personajes femeninos que la película muestra, Isolda es la principal. El resto de mujeres aparecen subordinadas a un papel circunstancial, para acompañar al momento, dejando la acción y el curso de la trama a los hombres. Incluso la mujer más cercana a Isolda (nos referimos a Bragnae) aparece, también, en un rol de comparsa respecto a su ama.

Isolda aparece como la única del género femenino con mayor presencia en la película. Ella está rodeada de tres hombres que determinan su comportamiento como mujer. Esos son: su padre, el rey Donnchadh; su futuro esposo, Lord Marke de Cornwall y su amado Tristán.

El rey Donnchadh es padre de Isolda y gobierna Dunluce (actualmente ruinas medievales en Irlanda del Norte). Su política es de mano dura hacia los divididos y débiles reinos de Britania. Gracias a su guerrero más poderoso, Morholt, consigue oro de parte de los británicos, ya sea mediante el tributo o el pillaje, como también el secuestro de aldeanos o la ejecución de los mismos si fuera necesario.

La imagen que el rey irlandés proyecta no es de las mejores. Encaja a la perfección con la imagen del malvado poderoso que cualquier aficionado al cine puede tener. Es maquiavélico, trama, conspira, pretende dominar y someter a los demás. No le importa gran cosa la condición de las mujeres. Cuando Isolda era niña y ha muerto su madre, le dicen que su madre murió porque su salud era delicada. Isolda refuta Bragnae opinando que su madre murió por una cuestión de sentimientos. Aquí vamos viendo la figura del matrimonio impuesto que puede terminar por arruinar los sentimientos de una persona, en este caso de una mujer, al extremo de causarle la muerte. Esa imposibilidad de elegir un marido, decisión sostenida en la libertad más elemental, termina siendo fatal. Más adelante Isolda le dice a Bragnae que su madre murió pues siempre estuvo condenada a una vida infeliz. Podemos inferir que se trata de una cuestión matrimonial. El rey Donnchadh no es precisamente un dechado de virtudes para una mujer.

En un principio Isolda está prometida por voluntad de su padre a Morholt, uno de los mejores guerreros del rey irlandés. Esto sucede a petición del guerrero y el rey responde queriendo entregarle su hija en matrimonio. Posteriormente dialoga con Isolda sobre su decisión, la cual responde que no es una esclava que se entrega antojadizamente. Aquí se resalta la condición de Isolda de romper lo establecido: el matrimonio no como resultado de la voluntad personal sostenida en los afectos personales, sino como una obligación impuesta por un tercero, en esta situación el tercero es su padre y a su vez el rey al cual le debe obediencia. Finalmente el matrimonio entre Isolda y el mejor guerrero de su padre no se logra consumar. Sin saber de quién se trata, Tristán lo mata en combate cuando los irlandeses marchaban de vuelta a casa tras una incursión en tierras britanas.

Isolda representa para su padre una carta a jugarse si el momento es preciso. El rey irlandés organiza un torneo en el que peleen representantes de las diversas tribus britanas. El premio para el vencedor es Isolda, un feudo y una dote en metálico. Los britanos notan de inmediato que es una estrategia del rey irlandés para dividirlos y colocarlos en una posición más débil. Es de notable importancia la ironía de Isolda. Ante la presencia de su padre, sobre sus  vestidos cierne un velo para quedar como un regalo tal como ella misma lo dice. Luego Isolda sube de mala gana al estrado desde el cual observará el torneo.

Aquí es donde ingresa Tristán para nuestro análisis. Cuando se produce el segundo encuentro entre Tristán e Isolda la situación es distinta a la primera. Tristán había prometido a Lord Marke ganarle una esposa como muestra de aprecio y para que exista la paz entre irlandeses y britanos. Para eso participa en el torneo. El problema es que Isolda es la mujer que Tristán ha ganado para su tío Lord Marke. En el primer momento que Tristán e Isolda tienen su primer contacto, se hacen amigos y después se enamoran, pero Isolda nunca reveló su verdadera identidad. Al finalizar el torneo y cuando le presentan a la mujer que ha ganado, pero que ya ha prometido para otro hombre, se produce un golpe emocional terriblemente duro. ¡El mundo tenía que ser tan pequeño para los dos! Tristán ya no puede renunciar a su promesa y a Isolda tan sólo le resta aceptar lo que le imponen. No hay salida. Se va trazando el destino trágico de este amor.

Lord Marke es el destinatario de Isolda y representa el matrimonio impuesto. Para ella resulta una experiencia difícil. En primer lugar, Lord Marke no es un hombre al cual ame, el trato con él resulta complicado. Isolda no expresa repulsión como la tuvo contra Morholt; más bien, lo que experimenta son las dificultades de vivir como esposa de un hombre que apenas conoce, cuando lo común (para nosotros) dictaría que tuvieran una etapa previa de enamoramiento, pero no es así. Desde los besos y caricias hasta compartir el lecho marital serán cosas que Isolda rechazará en un principio. Si bien parece finalmente aceptarlas, en el fondo son cosas que le gustaría vivir con Tristán.

En realidad Isolda está enamorada de Tristán, quien significa el amor y el amado que ella no puede amar. Ya hemos dicho: Tristán la ganó como esposa para su tío Lord Marke. Si hay romance entre ambos posteriormente es por voluntad de Isolda. Tristán hubiera permanecido con un dolor sempiterno si Isolda no hubiera motivado a que se encuentren a escondidas, siéndole infiel a su esposo. Aún así, la situación es difícil para una pareja cuyo amor es prohibido. El matrimonio con Lord Marke es una carga ominosa para ambos. Para Tristán resulta terrible vivir traicionando a su tío. A Isolda le duele que su verdadero amor sea en secreto. Como ella dice, su amor con Tristán se basa en momentos robados, que ellos nunca se tomarán de las manos en público, ni tendrán paseos juntos, ni besos y sonrisas sin temor a ser descubiertos. Isolda no cabe más en ese espacio privado e íntimo que aprovecha para desenvolverse tal cual ella es. Lo que Isolda quiere hacer es ir más allá y gozar de un espacio más amplio donde pueda ser ella misma en completa libertad.

A veces las películas incorporan un pequeño momento en el cual los personajes reflexionan sobre un tema en común. Parecen que fueran material de relleno para completar las aproximadamente dos horas de duración de un film. Sin embargo, yendo más allá, si uno toma atención estos pasajes, verá que aparecen en momentos claves y, al mismo tiempo, pueden determinar el camino de la trama. Tras la lectura de un poema, Isolda reflexiona ante Tristán sobre los deseos ¿Por qué existen éstos si hay limitaciones que impiden su realización? El deseo choca con los límites de la imposición. Isolda es una mujer que busca un lugar para una vida propia sin imposiciones externas, pero ese lugar no existe para ella. El rey Donnchadh, Lord Marke y Tristán, actuando de distintas maneras, le impiden a Isolda encontrar ese lugar: lo que ella buscaba era una utopía.
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