
Gracias a los viajes de exploración del General Manuel Comneno se ha podido localizar, gracias a su flota roja, la ubicación de otras reliquias. La suerte está de nuestra parte, ya que el monasterio se ubica a orillas del mar y es muy accesible. Además, al parecer, ya no hay una gran flota de los persas grises del Sha Rukh. Sólo es cuestión de armar una buena flota, dotada de todo lo necesario, y atreverse a birlarle esos preciosos objetos, codicia de muchos, que producen oro guarecidas en los monasterios. Se trataría de un duro golpe antes de iniciar la ofensiva contra el último de los persas en liza.