
Posteriormente al ataque relámpago a un taller de maquinarias de asedio, un par de húsares salen al encuentro de los alabarderos que iban dentro de los arietes. Son suficientes para detenerlos. Precisamente fueron los más rezagados, los últimos en retirarse de las ex ciudad de Columba. No hubo transcurrido mucho tiempo desde la última incursión de un explorador nuestro en la que presenció la caída de una expedición de Etelfredo (naranja).
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