
¿Y ahora? Entran todos como Pedro en casa. Allí están los paladines de Carlos el Atrevido enfrascándose en una lucha a muerte con sus pares de Carlos Martel, que busca revancha, frente a un par de castillos de Pipino el Breve. Su ciudad empieza a ser similar a un pueblo fantasma. Por el extremo norte, sin encontrar resistencia, Rey Felipe I intenta su ingreso a la ciudad. Lo mismo hace su aliado, Luís XI. De nuestros francos amarillos no hay rastros; salvo un aislado grupo que protege su vida ante tanto enemigo y los refuerzos organizados no son suficientes. Los aldeanos vestidos de púrpura son diezmados.
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