jueves, 20 de diciembre de 2012

Descarga de Khanes Mongoles

Aquí tienen la posibilidad de descargar gratuitamente Khanes Mongoles, la partida que se ha narrado en las últimas semanas.

Es un archivo de winzip que contiene dos momentos de la partida. El primero, al principio, cuando la partida era favorable para el enemigo; y luego, un segundo instante, en el que todo marchaba a favor de la victoria. Además de ello, el archivo contiene capturas de imagen de las estadísticas de la partida una vez concluida; quedan como un testimonio más de la victoria obtenida.

Para descargar la partida, sigan este vínculo.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Khanes Mongoles. Balance Final

La temprana caída de Mongke Khan podía significaba una de dos cosas. Quizás no había tenido tiempo ni espacio suficiente para desarrollarse; o había algún ejército poderoso que había consumado su derrota y andaba en campaña conquistadora. Entonces, si vencían a Toktamish Khan, estaban a un tiro de atacar a Uzbeg, mi aliado.

Sin embargo, las cosas no sucedieron así. En mí afán por conseguir victorias inmediatas, los guerreros fueron enviados contra Toktamish Khan. Si conseguían el propósito conquistador, el extremo norte del mapa quedaría despejado y, de esa manera, Uzbeg podría estar más tranquilo, dedicarse a recolectar recursos y formar un poderoso ejército que ayudara en la campaña contra los otros participantes de la contienda bélica. Así, el esfuerzo sería compartido. Lamentablemente, a lo largo de toda la partida, a pesar de la seguridad con la que contaba Uzbeg, éste tan sólo se animó a enviar expediciones con un mínimo de guerreros, que luego eran derrotadas sencillamente. Más bien, parecía que esperaba al enemigo en sus tierras en una clara actitud defensiva.

El método empleado para derrotar a Toktamish Khan fue el siguiente: en un principio destruir las torres y castillos que pudieran atacar a los soldados. Posteriormente, no destruimos las murallas para ingresar a la ciudad, sino que acercamos —todo lo posible— los lanzapiedras a las murallas y desde allí bombardearon todo lo que pudieran encontrar en su radio de acción y que perteneciera al enemigo. La muralla, en un primer momento, no representó un obstáculo; más bien, todo lo contrario, se utilizó como protección contra los guerreros de Toktamish Khan que pretendían evitar que su ciudad cayera destruyendo las armas de asedio.

Con el extremo norte despejado de enemigos, podía darse esta situación: establecer una base militar en las tierras de Toktamish Khan para proteger a Uzbeg de un posible ataque enemigo. Contra lo que pensaba, empezó lo que yo llamaría la “batalla por los recursos”. Fue un momento en el que no hubo grandiosas acciones militares. Más bien fue un lapso en el que los aldeanos, repartidos en aquellas áreas del mapa que quedaron libres, se dedicaron a recolectar recursos tales como oro y piedra. Las tierras de Mongke Khan y Toktamish Khan las poseían en abundancia. En esta etapa de la partida la disputa por los recursos la tuvimos con Uzbeg, quizás la única disputa que mi aliado se tomó en serio.

Esta denominada “batalla por los recursos” debía tener un fin: coincide con la caída de Kublai Khan, el aliado de Tamerlán. La situación se ponía muy peligrosa. Ahora lo podía entender mejor, la alianza de Guyuk Khan y Kitboga era artífice de las derrotas tanto de Mongke Khan como de Kublai Khan y, además, dicha alianza iba en pos de las reliquias.

Siendo un rival débil, que podía sucumbir y perder sus reliquias ante otros, Tamerlán resultaba una situación complicada que merecía una rápida decisión. De inmediato se ordenó una movilización contra él. Lo bueno del asunto era su ubicación geográfica, únicamente un pequeño bosque nos separaba. La tarea conquistadora fue rápida y el acceso a sus dos reliquias, inmediato. Junto a la que ya teníamos, encontrada fuera de las tierras de Toktamish Khan, sumábamos tres. Entonces, en manos de la alianza de Guyuk Khan y Kitboga quedaban dos reliquias más.

Por un buen tiempo, nuestra estrategia fue defensiva. Construimos hasta dos castillos por cada vértice de las tierras de los mongoles rojos. No se había decidido pasar a la ofensiva contra la última alianza, sino más bien obligarlos a pelear una guerra de desgaste. ¿En qué consistía eso? Tanto Guyuk Khan como Kitboga enviarían constantemente expediciones con el propósito de acabar con los mongoles rojos. El plan fue esperarlos resguardando la ciudad, luego entrar en combate, que involucraba unidades de caballería e infantería, al tiempo que el enemigo también era diezmado por las flechas de los castillos, desde los cuales los mangudais aportaban mayor potencial de ataque, y, finalmente, las armas de asedio enemigas tenían que ser destruidas por la caballería pesada.

¿Qué se conseguía con este procedimiento? El enemigo tenía recursos limitados; mi intención era que los perdiera atacándonos. Nuestros aldeanos podían se redirigidos a explotar recursos en otros lugares, mientras que el rival suele quedarse paralizado y renunciar a seguir reuniendo más recursos una vez que lo más próximo a él se ha agotado. Si teníamos bajas, podían ser repuestas ya que había un flujo continuo de alimentos, oro y madera. Por su parte, el enemigo no podía recuperar lo que perdía. Es por ello que cuando decidimos emprender la campaña contra Kitboga fueron escasos o casi nulos sus esfuerzos, expresados en unidades militares, para detener a los mongoles rojos. La derrota de Kitboga nos ofreció las dos últimas reliquias que hacían falta. Ya teníamos las cinco en disputa.

Guyuk Khan, el último enemigo, también sufrió los efectos de esta guerra de desgaste; aunque, a diferencia de Kitboga, sí tuvo algunas unidades militares para hacernos un poco más difícil obtener la victoria sobre él cuando atacamos su ciudad. De todos modos, la guerra de desgaste había surtido un efecto esperado. Los guerreros del enemigo caían ante nuestras defensas; al mismo tiempo que Guyuk Khan y Kitboga perdían sus posibilidades de victoria.

Una unidad militar, que tuvo una gran importancia en la partida, fue el mangudai. En ciertos momentos aportó su cuota ofensiva reforzando el poder de ataque de los castillos; en otros momentos atacaron a los aldeanos enemigos para expulsarlos de determinadas áreas, apoyar a la caballería pesada o bien para dar la estocada final, ultimando a los aldeanos del oponente cuya ciudad habíamos arrasado.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Guyuk Khan concede la victoria


Guyuk Khan anuncia su derrota y su posterior renuncia a seguir combatiendo. De esa manera, queda concluida la lucha en tierras mongolas. Los mangudais eliminaron a los últimos aldeanos y, aún así, seguían atacando a los edificios restantes, al tiempo que los lanzapiedras hacían lo mismo. Como buenos guerreros, continuaron luchando hasta el final. Sólo la conclusión de la partida pudo detenerlos.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Los últimos aldeanos


Los aldeanos de Guyuk Khan son diezmados por los mangudais. Son los últimos momentos de la partida y también los últimos aldeanos con vida. Tampoco hay fuerzas militares enemigas que representen un serio obstáculo.

sábado, 15 de diciembre de 2012

El último castillo


Este castillo no se ubica en la ciudad de Guyuk Khan, sino que está en lo que fueron las tierras de Kublai Khan. Los aldeanos supervivientes de los mongoles amarillos, que escaparon a la furia conquistadora de los mongoles rojos, construyeron una última defensa, que ahora es atacada por los arietes.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Duelo de mangudais


Cerca a los cuerpos inertes de los mangudais liderados por Guyuk Khan, los nuestros combaten contra el último de aquéllos. Toda ciudad de los mongoles amarillos ha sido destruida; tan sólo quedan ciertos tramos de las murallas, que rodean la ciudad, como si fueran el cascarón de un huevo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Los aldeanos de Guyuk Khan son abatidos


Ahora que el área está despejada, los mangudais pueden hacer de las suyas. Y eso que no son los últimos aldeanos. Aún restan unos cuantos (pero pocos) aldeanos que han logrado erigir un último castillo en un acto de defensa que ya parece imposible de concretar exitosamente.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Más lluvia de fuego


Mientras un aldeano de Guyuk Khan hace un último esfuerzo en construir un nuevo edificio, la furia de los lanzapiedras deja incendiada una casa. Ya no le queda mucho tiempo de vida en la partida a los mongoles amarillos. Lo poco que resta son unas cuantas torres capaces de hacer daño a los mangudais.

martes, 11 de diciembre de 2012

Piqueros al ataque


Dos arietes fueron destruidos tras la aparición de la caballería de Guyuk Khan. No obstante la situación desventajosa para los mongoles rojos, los piqueros pueden responder adecuadamente en un enfrentamiento contra la caballería. Sus picas son armas letales contra ella.

lunes, 10 de diciembre de 2012

El castillo es un obstáculo


Los mangudais podrían haber atacado a los indefensos aldeanos, que quedaron a su suerte tras la caída del centro urbano. Lamentablemente, la partida no hubiera terminado allí. El castillo de la imagen, el cual está siendo sometido a un bombardeo, hubiera representado un obstáculo para las maniobras de los arqueros mongoles a caballo. Se precisa que el castillo sea borrado del mapa.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Lanzapiedras en acción


La ofensiva no sólo es realizada con arietes, los lanzapiedras también actúan para conseguir la victoria. Los arietes lo podrían hacer; sin embargo, los aldeanos, debido a la amenaza cerniéndose sobre ellos, hubieran encontrado refugio al interior del centro urbano; luego éste hubiera lanzado flechas contra los arietes provocando un descenso en sus puntos de resistencia. Algo nada conveniente.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Alcanzando el centro de la ciudad


Los arietes han sido enviados a destruir las casas que, como son de bajo puntaje de resistencia, son más fáciles de eliminar y, mejor aún, no atacan. Otro factor a tomar en cuenta es la rapidez de su desplazamiento; de esa manera pueden arrasar la ciudad lo más pronto posible.

viernes, 7 de diciembre de 2012

A punto de alcanzar el centro de la ciudad


Anticipando la llegada de la caballería, las armas de asedio, bombardean las construcciones del centro de la ciudad. El monasterio de la imagen, por obvias razones, no guarece reliquias puesto que —todas aquellas en disputa— están en poder de los mongoles rojos.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Evitando la reconstrucción de la muralla


Es importante que los aldeanos de Guyuk Khan no reconstruyan los trechos de muralla que han caído. De suceder algo así, dificultaría nuestra labor. Ya ha caído más de un aldeano con tales propósitos; los cuales, heroicamente, lo intentan e intentan pero los mangudais los acribillan con sus veloces flechas.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Continúa el combate


Los arietes de asedio han destruido un tramo de la muralla; sin embargo, de los tres con que contaban los mongoles rojos, uno fue destruido. Para mala suerte del enemigo, quedan sueltos los piqueros que van a atacar a un magudai de Guyuk Khan. Un mangudai más de los mongoles amarillos cae abatido por las flechas de los mongoles rojos.

martes, 4 de diciembre de 2012

Duelo de caballería


Son pocos pero representan un obstáculo de cara a la victoria final. Guyuk Khan envía algunos húsares, uno que otro camello con armadura, aparte de responder con lanzapiedras, que ya fueron eliminados. Nuestras maquinarias de asedio, en esta oportunidad los lanzapiedras, han sufrido severos daños.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Demoliendo la muralla


Los arietes vuelven a trabajar. El propósito es destruir la muralla y, de esa manera, permitir el ingreso en tropel de la caballería pesada, junto a las armas de asedio, e ingresar a la ciudad asaltándola desde su extremo norte.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Aparecen los defensores


Era de esperarse. Guyuk Khan no se declarará derrotado fácilmente. Para evitar la victoria de los mongoles rojos, envía caballería ligera y piqueros, que pueden representar una seria amenaza para la caballería, en especial para los mangudais.

domingo, 18 de noviembre de 2012

A las armas otra vez


Unos lanzapiedras ya están armados; otros en camino de estarlo. El plan de ataque ya ha sido elaborado y creemos conveniente atacar desde la conquistada y despoblada tierra de Kitboga. Aprovecharemos sus murallas para evitar que las armas de asedio queden como blancos fáciles de Guyuk Khan. Luego se procederá de otra manera.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Otra masacre de aldeanos


Estos aldeanos habían quedado varados luego de deforestar un bosque en las antiguas tierras de Kublai Khan. Tras realizar sus labores de leñadores, no se redirigieron a otro sector del mapa para continuar trabajando. Los mangudais y el onagro de asedio se encargan de eliminarlos y así diezmar la fuerza de trabajo de Guyuk Khan.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Un aliado ocioso


Uzbeg, mi aliado, tiene las fuerzas militares suficientes para acompañarme en el combate; sin embargo, no lo hace. Ya lo había venido notando hace buen rato, ya que únicamente enviaba unos pocos guerreros apoyados con unas pocas armas de asedio y nada más; luego tuvo una expedición fallida y nunca más volvió a combatir. Parece como si Uzbeg, en realidad, estuviera esperando que lo ataquen. Definitivamente no está aportando mucho.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El enemigo queda al descubierto


En la imagen el centro urbano principal de Guyuk Khan, el último mongol que se opone a nuestra victoria. El pago por los espías costó alrededor de ocho mil monedas de oro. Las arcas no se vieron seriamente afectadas; de todos modos la inversión vale la pena porque nos permite localizar al enemigo, conocer cuántos son y así elaborar un plan a seguir para derrotarlo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Los monjes y su escolta


Los dos monjes que portan las reliquias estuvieron en la retaguardia del ejército vencedor de Kitboga, a un tiempo curando a los heridos. Con estas dos últimas reliquias se completan las cinco del mapa en nuestro poder. La producción de oro será abundante y beneficiosa de cara al tramo final de la partida. Si hubieran caído en manos de Guyuk Khan la situación sería muy dificultosa.

martes, 13 de noviembre de 2012

Las reliquias encontradas


La derrota de Kitboga trae consigo la liberación de las reliquias que éste guardaba en uno de sus monasterios. Son dos, y son las últimas que estaban en disputa. Lo último que hacen los guerreros de los mongoles rojos es destruir lo que ha quedado; como también resguardar las reliquias hasta la llegada de dos monjes que puedan transportarlas hacia la ciudad.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Kitboga dice adiós


Los magudais de la imagen se retiraban hacia otra zona del mapa, cuando Kitboga daba a conocer su rendición. Ahora sólo resta su aliado, Guyuk Khan, el líder de los mongoles amarillos, para vencerlo y así conseguir la victoria final.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Masacre de aldeanos


Con el centro urbano reducido a escombros, y los restos de los aldeanos aniquilados, uno tras otro, Kitboga está herido de muerte. Ya no tenía ejército; ahora ya no tiene aldeanos.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Otro centro urbano


El centro urbano, que fue destruido poco tiempo atrás, no era el único de Kitboga. Queda este último, igualmente desprotegido, que ahora sufre la ira de los arietes destructores.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Aldeanos que perecen


Ahora corresponde a los mangudais entrar en acción. Disparan flechas contra los aldeanos, que ya no tienen dónde refugiarse ni tampoco atinan a huir, como tampoco a rendirse de una buena vez. Es cruel, pero no hay otro método posible para alcanzar la victoria.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Arietes al ataque contra el centro urbano


No hay nada ni nadie que detenga el avance de los mongoles rojos sobre la ciudad de Kitboga, quien se halla en una situación tan paupérrima que no aparece quién se oponga a nuestra invasión. Los arietes van a la carga contra el centro urbano. Los aldeanos quedarán como mudos testigos de la destrucción.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La lluvia de fuego


La ciudad de Kitboga es sometida al bombardeo; los lanzapiedras cumplen con esta tarea. La caballería pesada sólo aguarda junto a tan terribles armas de asedio; espera en caso que aparecieran los defensores de la ciudad. Al destruir las casas se afecta al límite poblacional, reduciéndose, cada vez más y más, la capacidad de la que puede hacer uso Kitboga para defenderse en cuanto al número de unidades militares que pudiera crear.

martes, 6 de noviembre de 2012

La destrucción de la muralla


Tres aldeanos caídos y la muralla hecha añicos. La caballería pesada aguarda en otro extremo del mapa, una zona a la que acceder no significó destruir la muralla sino, simplemente, acceder al interior de la ciudad a través de una zona deforestada, que dejaba desprotegidos a los mongoles de Kitboga. Junto a los caballeros están los lanzapiedras listos para hacer llover fuego sobre la ciudad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ofensiva contra Kitboga


¡Llegó la hora! Luego de tanto esperarlos en nuestro territorio, habiéndolos sometido a una guerra de desgaste, la cual permitió, exitosamente, mermar la capacidad ofensiva del enemigo. Ahora volvemos a un método recurrente: los arietes destruirán las puertas y murallas. Los mangudais esperarán en la retaguardia a cualquier aldeano que se atreva a reedificar la muralla.

sábado, 27 de octubre de 2012

Escaramuza junto al mercado


Aquí nos tomaron por sorpresa. Estuvimos acostumbrados a los ataques provenientes del oeste; sin embargo, aquí las tropas de Guyuk Khan tomaron otro camino. De esa manera, representaron unas sería amenaza contra la ruta comercial establecida entre Uzbeg y los mongoles rojos.

viernes, 26 de octubre de 2012

Piqueros en la defensa


Ante la aparición de caballería en las incursiones militares de los dos enemigos restantes, resulta conveniente apoyar a los caballeros con unos cuantos piqueros a fin de que se enfrenten a la caballería ajena. Próximamente, cuando se emprenda la campaña contra los últimos enemigos, los piqueros serán quienes vayan al interior de los arietes.

jueves, 25 de octubre de 2012

Vuelve Kitboga


Sobre los restos de una expedición de los mongoles amarillos, liderados por Guyuk Khan, las unidades militares de infantería, lideradas por Kitboga, marchan —sin detenerse, muy a pesar de las flechas— hacia el final de su existencia. El castillo resulta una excelente defensa.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Vuelve Guyuk Khan


El enemigo vuelve y vuelve, vuelve y vuelve, hasta que vuelve a terminar aniquilado por nuestras defensas. Debería recibirlos con el recinto amurallado pero creo que basta con los castillos y las unidades militares que ya tenemos.

martes, 23 de octubre de 2012

Repeliendo a Kitboga


Ahora es el turno de Kitboga. Su expedición perece ante el castillo de los mongoles rojos. El procedimiento es el mismo. Mangudais en el castillo, que atacan a la tropa, y caballería pesada, que destruye la maquinaria de asedio. Es cierto que hay bajas, pero también es muy cierto que hay cómo recuperarlas.

lunes, 22 de octubre de 2012

Repeliendo a Guyuk Khan


Vamos a tratar de efectuar una guerra de desgaste contra Guyuk Khan y Kitboga. El plan consiste en permitirles atacarnos hasta el extremo de que consuman sus recursos o la mayoría de ellos. Cuando sus expediciones se vean cada vez más mermadas, es decir, con menos efectivos militares, será el momento de invadirlos y derrotarlos. Sobre el suelo yacen los restos de la expedición enemiga.

domingo, 21 de octubre de 2012

Guyuk Khan y sus armas de asedio


Guyuk Khan apuesta por las armas de asedio. En la imagen, un par de lanzapiedras se van armando para atacar un castillo que protege un extremo de nuestra ciudad. Los onagros no dejan de ser algo fastidioso a lo cual enfrentarse.

sábado, 20 de octubre de 2012

El nuevo objetivo de Guyuk Khan y Kitboga


En el combate sólo quedan Guyuk Khan y Kitboga, formando ambos una alianza; mientras que de nuestro lado, Uzbeg y los mongoles rojos, dirigidos por Valmont. Queda claro cuáles serán los futuros contendientes en lo que resta de la partida.

viernes, 19 de octubre de 2012

Ataque en nuestro centro urbano


Uno de los riesgos de participar en la partida sin usar murallas. Los guerreros de Guyuk Khan pudieron sobrepasar los castillos, que los hubieran detenido, y alcanzaron el centro urbano, en cuyo alrededor ocho aldeanos se dedican a la agricultura. En esta situación de emergencia ellos se guarecieron al interior del centro urbano y a la caballería pesada y el castillo les correspondió defender la ciudad.

jueves, 18 de octubre de 2012

Los piqueros destruyen el lanzapiedra


Mientras los monjes, escoltados por la caballería pesada, regresan a la ciudad cargando las reliquias, en el anterior campo de batalla las cosas son diferentes. Un grupo de piqueros y mangudais permanecen allí con el propósito de detener al enemigo, si este intenta atacar al convoy de las reliquias. Unos guerreros de Guyuk Khan fueron derrotados. Llevaban, entre otras cosas, un lanzapiedras.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Las reliquias van a casa


Escoltados por la caballería pesada, dos monjes regresan a la ciudad de los mongoles rojos con las reliquias en sus manos. Ellas serán depositadas en el monasterio para que produzcan oro y puedan financiar futuras expediciones militares, como también ofrecer apoyo en metálico a Uzbeg para que anime a emprender expediciones militares. La victoria final será de ambos y por ello él debe poner su esfuerzo.

martes, 16 de octubre de 2012

Reliquias libres


Tras la derrota de Tamerlán, el monasterio que albergaba las reliquias quedó destruido. Ahora esos preciados objetos quedan a disposición de quien vaya a recogerlas. Es curioso que el emplazamiento del monasterio sea una zona muy próxima a la ciudad de Kublai Khan, aliado de Tamerlán. Me pregunto si en la derrota de aquél las reliquias pasaron a manos de Tamerlán, o éste siempre las tuvo en sus manos.

lunes, 15 de octubre de 2012

Tamerlán ha claudicado


Nunca representó una seria amenaza. En ningún momento aparecieron grandes hordas de guerreros, a lomo de caballos o de camellos, para defender su ciudad. Una respuesta me parece posible entre todas: Tamerlán podía haber sido desgastado, en la guerra, por medio de su enfrentamiento contra Kitboga y Guyuk Khan. Entonces, cuando le correspodía enfrentarse a los mongoles rojos, ya se hallaba debilitado. Ahora, de cara al final de la partida, sólo restan dos rivales.

domingo, 14 de octubre de 2012

Devastando la ciudad de Tamerlán


La expedición se refuerza con nuevas unidades militares. Éstas reemplazan a aquellas que han caído en combate. Ya no queda mucho en pie en la ciudad, por lo menos dentro del terreno que protegían las murallas. Todo ha sido destruido por los arietes y lanzapiedras.

sábado, 13 de octubre de 2012

Los lanzapiedras propagan la destrucción


Aparecen dos camellos con armadura de las huestes de Kitboga. Los mongoles rojos y los mongoles grises tienen a Tamerlán como enemigo común. Sin embargo, Kitboga ataca nuestros lanzapiedras. Rápidamente su ataque resulta mermado por la intervención de los mangudais. Los lanzapiedras destruyen lo que los arietes de asedio no han podido lograr.

viernes, 12 de octubre de 2012

Arietes al ataque


Tamerlán no tiene mucho con qué defenderse. Sigue insistiendo con guerrilleros que lanzan jabalinas. En otra zona del mapa, los lanzapiedras actúan favorablemente para nuestros intereses.

jueves, 11 de octubre de 2012

Arietes que arrasan


La fuerza invasora lleva como cabeza de ataque a los arietes de asedio. Éstos destruyen rápidamente cualquier edificación, más aún si éstas se encuentran próximas entre sí. La respuesta de Tamerlán es mínima: tan sólo recurre a guerrilleros que, lanzando jabalinas, no consiguen causarnos daños de grandes dimensiones.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Los primeros en ingresar a la ciudad


Los caballeros persiguen al onagro de asedio, que siempre resulta una complicación tratándose más aún de los mongoles. Un ariete ingresa a la ciudad. Es el primero y apunta su cabeza de carnero —la que lleva en la punta— contra una torre de vigilancia. Los lanzapiedras vienen detrás para apuntar a otros objetivos también importantes.

martes, 9 de octubre de 2012

Creando la brecha


Procedimiento que funciona, procedimiento que se vuelve a usar. Los arietes de asedio se encargan de destruir la muralla para permitir el paso de la caballería pesada y los mangudais para concretar la conquista de la ciudad de Tamerlán. Las bajas sufridas, momentos antes, han sido recuperadas con el entrenamiento de nuevas unidades de combate.

lunes, 8 de octubre de 2012

Destruyendo los onagros de asedio


Los caballeros destruyen uno de los onagros agresores. Al mismo tiempo aparece un camello con armadura de Tamerlán para contrarrestar nuestra ofensiva. La expedición se ha dividido en dos grupos. La primera, la principal, que pretenderá ingresar por la zona frontal de la ciudad; por otra parte, una segunda expedición se dedicará a destruir un castillo ubicado fuera de la ciudad amurallada de Tamerlán.
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