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viernes, 17 de mayo de 2013

Corea versus Japón. Balance Final

Si la disposición inicial de los participantes hubiera sido diferente a la que se ha visto en la partida, el desarrollo de ésta habría sido, en efecto, otro. Seis de los participantes estaban ubicados en una isla con una forma parecida a la de una letra “n”. En esta isla se encontraban establecidos los cuatro participantes coreanos más dos japoneses. Los otros dos restantes (de los ocho) se establecían separados del resto en una pequeña isla.

¿Y si las cosas hubieran sido diferentes? Existen dos posibles alternativas, fijadas en esa isla en forma de letra “n”. La primera: supongamos que esa isla tenía a cuatro japoneses y dos coreanos, siendo estos últimos aliados de los coreanos verdes. Lo más factible de ocurrir sería que éstos fueran derrotados fácilmente. Una avalancha japonesa los habría borrado del mapa. En ese caso la contraofensiva de los coreanos verdes habría tenido lugar con un desembarco en las tierras de los coreanos eliminados para, a partir de allí, empezar la tarea de reconquista y el camino hacia la victoria, muy complicado por cierto.

La segunda alternativa es ligeramente parecida: los cuatro japoneses y dos coreanos, pero en esta posibilidad los coreanos verdes están incluidos en esa isla en forma de letra “n”. Lo que supongo que hubiera sucedido se divide en dos posibilidades: si entre los japoneses y los coreanos verdes se ubicaba un aliado coreano o, en una segunda forma, si los coreanos verdes eran limítrofes a cualquier japonés y el aliado coreano hubiese estado ubicado  detrás de los coreanos verdes. En el primer caso —muy probablemente— aquel hipotético aliado caería fulminado por la ofensiva japonesa. El segundo caso hubiera sido una lucha sin cuartel para los coreanos verdes, a la espera de que el resto de aliados coreanos brinde su apoyo, o quizás una temprana derrota, como le sucedió a Ashikaga Takauji a manos de General Kang Kam-chan o, en todo caso, una rápida evacuación hacia otra isla o replegarse y compartir territorio con el otro aliado coreano.

En fin, en este espacio debería focalizarme en el análisis de lo que sucedió en lugar de lo que pudo haber sucedido. Voy a justificarme diciendo que de esta manera se refuerza la idea de que la posición inicial de los participantes fue fundamental para la victoria coreana. Ésta permitió potencializar la presencia de cuatro contra dos en la isla en forma de “n”. Luego, la habilidad de los coreanos permitió inclinar la balanza a su favor.

Cuando digo la habilidad de los coreanos me refiero a que me parece que éstos llevan ventajas en cuanto a los artilugios bélicos: está la carreta de guerra y el barco tortuga y la partida ha sido jugada en un mapa de tierra y agua. Es cierto que los japoneses cuentan con poderosos samuráis y galeones artillados de élite. Sin embargo, los primeros aparecieron poco y los otros fueron fácilmente anulados en los combates navales.

Los detalles anteriormente descritos permitieron la rápida victoria de General Kang Kam-chan sobre Ashikaga Takauji. Posteriormente, la participación combinada con Yi Song-kye y General Taejoyoung le permitió imponerse sobre Hojou Soun. En esas luchas los tres aliados líderes coreanos desplegaron una gran capacidad bélica superior a la japonesa basada en el número y en la tecnología. Lamentablemente, en el momento que las luchas concluyeron allí y tuvieron que realizar desembarcos en la isla de Tairano Kiyomori y Oda Nobunaga, los resultados fueron paupérrimos. La isla de aquéllos estaba bien fortificada con castillos y torres, ni que decir de las respectivas flotas navales.

Es en esas circunstancias que los coreanos verdes, liderados por Valmont, tienen que participar. Antes de concentrarse en los dos últimos japoneses, la flota coreana verde pretendió bombardear los objetivos costeros a la par que los aliados coreanos avanzaban firmemente por tierra rumbo a aniquilar a Hojou Soun. Fue un golpe de suerte que no requirieran más que bombardear un muelle y hundir un par de naves antes de que el japonés anteriormente mencionado se rindiera. Sus monasterios cayeron y las reliquias quedaron liberadas. ¡De suerte que teníamos monjes a la mano! Justamente pretendíamos establecernos en la isla ubicada en medio del mapa y los habíamos llevado para que curen a las unidades heridas, pero su primera tarea fue capturar las reliquias y llevarlas a casa. Así fue como se reunieron las cinco reliquias en disputa.

En cuanto a la acumulación de recursos se puede decir que el tráfico de comercio estuvo abierto y seguro gracias a la paz en la isla en forma de “n”. Las carretas de mercancías y las urcas mercantes podían realizar sus trayectos sin ser vulnerables. Las tierras, que quedaron despejadas de la presencia japonesas, permitieron el acceso a nuevos recursos. La ausencia de esos enemigos también permitió explorar otros islotes que gozaban de canteras de piedra y minas de oro.

Los últimos japoneses sucumbieron con un método que parece el más adecuado cuando hay una importante extensión de agua en el mapa. El primer paso puede ser luchar contra la flota enemiga, el segundo (si no es el primero) es bombardear las defensas costeras tales como castillos y torres. El tercer lugar le corresponde a los edificios que crean unidades militares y, si es posible, también es idóneo eliminar estas unidades desde las aguas. El cuarto objetivo son los edificios de creación de aldeanos y de acumulación de recursos. Cumplidos todos estos pasos descritos corresponde desembarcar a los expedicionarios en una costa ganada al enemigo luego de limpiarla de su presencia. A mi parecer, una intervención terrestre es más productiva y cuesta menos bajas de esta manera. Tairano Kiyomori y Oda Nobunaga son buenos testigos.

lunes, 4 de febrero de 2013

Corea versus Japón

Entre los años 1592 y 1598 una guerra enfrentó a China, Corea y Japón. Aunque el conflicto fue principalmente entre estos dos últimos países, de ellas emergió uno de los contendientes como victorioso. Este conflicto bélico es conocido históricamente como las invasiones japonesas a Corea.

En Planeta Age pretendemos aprovechar la presencia de ambas civilizaciones para recrear aquella guerra. Quizá alguno pueda alzar la voz de protesta y decir que The Conquerors corresponde a la Edad Media y no a la Edad Moderna, si se considera los años en que dicha guerra fue luchada. Hay que recordar que la denominada colección “Batallas de los Conquistadores” presenta un escenario llamado Noryang (1598), que es la última batalla de las invasiones japonesas a Corea. En virtud de ese antecedente nos motivamos a organizar esta partida.

Los participantes han sido distribuidos en dos equipos. El equipo 1 está liderado por los coreanos: Valmont (verde), General Kang Kam-chan (amarillo), Yi Song-kye (púrpura) y General Taejoyoung (gris). El oponente está conformado por los japoneses, es el equipo 2, con los siguientes participantes: Tairano Kiyomori (azul), Oda Nobunaga (rojo), Hojou Soun (aguamarina) y Ashikaga Takauji (naranja). El mapa elegido es el denominado como archipiélago. La dificultad será la máxima.

Entonces, a partir de mañana, retomamos la acción.

sábado, 5 de enero de 2013

Cuarto Aniversario de Planeta Age

Un día como hoy, hace cuatro años, Planeta Age inició sus actividades.

Paralelamente a nuestro cuarto aniversario, iniciamos un nuevo año contra ciertos pronósticos apocalípticos que daban al 21 de diciembre de 2012 como la fecha del fin del mundo. En fin, la vida continúa, el mundo sigue rotando, hay que seguir jugando Age of Empires y llenado el blog de información interesante y batallas épicas.

El año 2012 ha sido un año magnífico para el blog. En lo que va de su corta historia, este blog ha conseguido una gran cifra en cuanto a visitas se refiere, superando a sus años anteriores desde luego. Dicho acontecimiento nos motiva, aún más, a seguir trabajando el blog para convertirlo en un referente importante entre las páginas y blogs —dedicados a Age of Empires— creados por fans y que gozan del aprecio del público internauta.

Por otra parte, el incremento significativo de visitas a Planeta Age implica un nuevo reto: continuar con este proyecto. De esa manera, el blog seguirá siendo, cada vez más, un espacio de entretenimiento y cultura.

Finalmente, la cota establecida por el año precedente es un reto más. Nuestro afán de superación constante nos lleva a trabajar de tal manera que cada vez sea mayor el número de visitas que las estadísticas registren. Haremos el esfuerzo; esperamos contar con la respuesta del público. ¡Muchas gracias!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Khanes Mongoles. Balance Final

La temprana caída de Mongke Khan podía significaba una de dos cosas. Quizás no había tenido tiempo ni espacio suficiente para desarrollarse; o había algún ejército poderoso que había consumado su derrota y andaba en campaña conquistadora. Entonces, si vencían a Toktamish Khan, estaban a un tiro de atacar a Uzbeg, mi aliado.

Sin embargo, las cosas no sucedieron así. En mí afán por conseguir victorias inmediatas, los guerreros fueron enviados contra Toktamish Khan. Si conseguían el propósito conquistador, el extremo norte del mapa quedaría despejado y, de esa manera, Uzbeg podría estar más tranquilo, dedicarse a recolectar recursos y formar un poderoso ejército que ayudara en la campaña contra los otros participantes de la contienda bélica. Así, el esfuerzo sería compartido. Lamentablemente, a lo largo de toda la partida, a pesar de la seguridad con la que contaba Uzbeg, éste tan sólo se animó a enviar expediciones con un mínimo de guerreros, que luego eran derrotadas sencillamente. Más bien, parecía que esperaba al enemigo en sus tierras en una clara actitud defensiva.

El método empleado para derrotar a Toktamish Khan fue el siguiente: en un principio destruir las torres y castillos que pudieran atacar a los soldados. Posteriormente, no destruimos las murallas para ingresar a la ciudad, sino que acercamos —todo lo posible— los lanzapiedras a las murallas y desde allí bombardearon todo lo que pudieran encontrar en su radio de acción y que perteneciera al enemigo. La muralla, en un primer momento, no representó un obstáculo; más bien, todo lo contrario, se utilizó como protección contra los guerreros de Toktamish Khan que pretendían evitar que su ciudad cayera destruyendo las armas de asedio.

Con el extremo norte despejado de enemigos, podía darse esta situación: establecer una base militar en las tierras de Toktamish Khan para proteger a Uzbeg de un posible ataque enemigo. Contra lo que pensaba, empezó lo que yo llamaría la “batalla por los recursos”. Fue un momento en el que no hubo grandiosas acciones militares. Más bien fue un lapso en el que los aldeanos, repartidos en aquellas áreas del mapa que quedaron libres, se dedicaron a recolectar recursos tales como oro y piedra. Las tierras de Mongke Khan y Toktamish Khan las poseían en abundancia. En esta etapa de la partida la disputa por los recursos la tuvimos con Uzbeg, quizás la única disputa que mi aliado se tomó en serio.

Esta denominada “batalla por los recursos” debía tener un fin: coincide con la caída de Kublai Khan, el aliado de Tamerlán. La situación se ponía muy peligrosa. Ahora lo podía entender mejor, la alianza de Guyuk Khan y Kitboga era artífice de las derrotas tanto de Mongke Khan como de Kublai Khan y, además, dicha alianza iba en pos de las reliquias.

Siendo un rival débil, que podía sucumbir y perder sus reliquias ante otros, Tamerlán resultaba una situación complicada que merecía una rápida decisión. De inmediato se ordenó una movilización contra él. Lo bueno del asunto era su ubicación geográfica, únicamente un pequeño bosque nos separaba. La tarea conquistadora fue rápida y el acceso a sus dos reliquias, inmediato. Junto a la que ya teníamos, encontrada fuera de las tierras de Toktamish Khan, sumábamos tres. Entonces, en manos de la alianza de Guyuk Khan y Kitboga quedaban dos reliquias más.

Por un buen tiempo, nuestra estrategia fue defensiva. Construimos hasta dos castillos por cada vértice de las tierras de los mongoles rojos. No se había decidido pasar a la ofensiva contra la última alianza, sino más bien obligarlos a pelear una guerra de desgaste. ¿En qué consistía eso? Tanto Guyuk Khan como Kitboga enviarían constantemente expediciones con el propósito de acabar con los mongoles rojos. El plan fue esperarlos resguardando la ciudad, luego entrar en combate, que involucraba unidades de caballería e infantería, al tiempo que el enemigo también era diezmado por las flechas de los castillos, desde los cuales los mangudais aportaban mayor potencial de ataque, y, finalmente, las armas de asedio enemigas tenían que ser destruidas por la caballería pesada.

¿Qué se conseguía con este procedimiento? El enemigo tenía recursos limitados; mi intención era que los perdiera atacándonos. Nuestros aldeanos podían se redirigidos a explotar recursos en otros lugares, mientras que el rival suele quedarse paralizado y renunciar a seguir reuniendo más recursos una vez que lo más próximo a él se ha agotado. Si teníamos bajas, podían ser repuestas ya que había un flujo continuo de alimentos, oro y madera. Por su parte, el enemigo no podía recuperar lo que perdía. Es por ello que cuando decidimos emprender la campaña contra Kitboga fueron escasos o casi nulos sus esfuerzos, expresados en unidades militares, para detener a los mongoles rojos. La derrota de Kitboga nos ofreció las dos últimas reliquias que hacían falta. Ya teníamos las cinco en disputa.

Guyuk Khan, el último enemigo, también sufrió los efectos de esta guerra de desgaste; aunque, a diferencia de Kitboga, sí tuvo algunas unidades militares para hacernos un poco más difícil obtener la victoria sobre él cuando atacamos su ciudad. De todos modos, la guerra de desgaste había surtido un efecto esperado. Los guerreros del enemigo caían ante nuestras defensas; al mismo tiempo que Guyuk Khan y Kitboga perdían sus posibilidades de victoria.

Una unidad militar, que tuvo una gran importancia en la partida, fue el mangudai. En ciertos momentos aportó su cuota ofensiva reforzando el poder de ataque de los castillos; en otros momentos atacaron a los aldeanos enemigos para expulsarlos de determinadas áreas, apoyar a la caballería pesada o bien para dar la estocada final, ultimando a los aldeanos del oponente cuya ciudad habíamos arrasado.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Khanes Mongoles

Llegó el turno de los mongoles. Los guerreros de las estepas asiáticas se reúnen en Mongolia —no para discutir ni tomar decisiones— sino para enfrentarse entre ellos y mostrar qué tan aguerridos pueden ser estos hombres que alguna vez forjaron un imperio desde las costas orientales del Océano Pacífico hasta un poco más allá del Cáucaso, cuando estuvieron cerca de conquistar la Europa medieval.

El mapa será, obviamente, Mongolia; la dificultad, la máxima.

Para la presente contienda se han dividido los ocho participantes en grupos de dos integrantes formando, de esa manera, cuatro equipos los cuales son: El equipo 1 que lo integran Valmont (rojo) y Uzbeg (naranja); el equipo 2 participa con Mongke Khan (verde) y Toktamish Khan (aguamarina); en el equipo 3 tenemos a Kublai Khan (azul) y Tamerlán (púrpura) y, finalmente, el equipo 4 se hace presente con Guyuk Khan (amarillo) y Kitboga (gris).

Entonces, a partir de mañana, retomamos la acción.

lunes, 13 de agosto de 2012

Arena de Infantería. Balance Final

Desde los primeros momentos vi la lucha enconada entre mi aliado, Conall, y Olaf Tryggvasson, el participante vikingo de la partida. El espacio que separaba las murallas de ambos era tierra de nadie. Nuestra primera acción de conquista es contra los vikingos de Olaf Tryggvasson. Había un destacamento militar inglés en las tierras de Conall que apoyaba las veces que fuera necesario. Aquel destacamento —compuesto de arqueros de tiro largo y caballeros— se vio reforzado con la incorporación de arietes y todos juntos intervinieron en la conquista de las tierras de los vikingos.

El uso de los arietes para abrir una brecha en la muralla enemiga. Basta con colocar tres o cuatro arietes, uno al lado del otro, y que se encarguen de destruir un trecho de la muralla. Gracias a una abertura de semejante tamaño, la caballería puede ingresar con mucha facilidad. No obstante este buen desempeño, en dicho momento no contábamos con lanzapiedras que pudieran ingresar en la ciudad para destruir los castillos y barrer rápidamente del mapa cualquier tipo de edificio, a fin de erradicar a los vikingos del mapa. Fueron momentos difíciles ya que tuvimos que esperar la creación de los lanzapiedras y su transporte desde la ciudad hasta la zona de combate; mientras tanto, los arqueros de tiro largo alejaban cualquier amenaza. Una vez incorporada al resto de la expedición militar y hacer lo correspondiente, Olaf Tryggvasson fue derrotado.

Inmediatamente después a la caída de los vikingos, los chinos surgieron como amenaza. Habían destruido un castillo de Conall y en una ocasión atacaron la ciudad inglesa; pero los guerreros chinos sucumbieron ante las flechas de un castillo convenientemente colocado. Poco tiempo después de que los vikingos se declararan derrotados, los ingleses afrontaron una durísima ofensiva china. Recuerdo que a falta de guerreros defensores, porque habían caído, tuvieron que acudir los caballeros conquistadores de las tierras vikingas, realizando una esforzada marcha de extremo a extremo para socorrer la ciudad.

Hay un momento de la partida en que se desarrolla una batalla entre ingleses y chinos, muy cerca de la ciudad de Yue Fei. Participaron onagros, caballeros, camellos, arqueros de tiro largo, lanzapiedras. El intento inglés fue derrotar a los chinos de Yue Fei y luego invadir su ciudad. Sin embargo llega un momento en que el agotamiento es fuerte y la posibilidad de conquistar la ciudad china resultaba mínima ya que los guerreros ingleses caían constantemente y no eran repuestos con la misma velocidad. Entonces decidimos retornar a casa.

Lo que sigue es un esfuerzo por frenar las arremetidas chinas y japonesas como también mayas y aztecas, haciéndolos caer frente a nuestras murallas. Tras varios sucesos similares, emprendemos la conquista de la ciudad china. Los chinos estaban debilitados y no opusieron mucha resistencia para ceder su ciudad; pero sucede algo extraño e inusitado: la ciudad queda destruida pero Yue Fei no declara su derrota. Los últimos aldeanos que debían perecer para que se concrete la derrota china seguían vivos en algún lugar del mapa. Poco a poco, diversas expediciones inglesas intentan internarse por un estrecho pasaje para alcanzar a esos aldeanos. Sin embargo, eran tantos y estaban muy repartidos que las expediciones no podían aniquilarlos. Los japoneses de Hosokawa Katsumoto frenaban estas incursiones.

Tras lo anterior pretendimos utilizar las antiguas tierras de los vikingos para establecer una base militar. Al mismo tiempo implicaba aprovechar el sobreviviente mercado de Olaf Tryggvasson para obtener un flujo de oro constante. Lamentablemente, los aztecas y los mayas destruyeron el mercado y la incipiente base militar. Los aldeanos y las fuerzas militares —enviadas para la construcción y defensa de la base militar— fueron evacuados primero a las tierras de Conall y luego a casa.

El paso siguiente fue eliminar del mapa a Raimundo de Antioquía, el líder de los francos. Su ciudad parecía haber permanecido aislada de todas las batallas y conflictos que acontecían en el mapa. Es más, no tenía ejército; tan sólo eran un pueblo de leñadores. Una vez derrotado, las murallas de la ciudad fueron aprovechadas para construir una base militar y acceder con mayor facilidad a las tierras de los mayas y aztecas.

Una vez instalada la nueva base militar, el objetivo fue Acamapichtli, el líder de los aztecas. Junto a Pájaro-jaguar, su aliado, fueron rivales que amenazaban constantemente a los ingleses y celtas. El esfuerzo fue recompensado con la reliquia que los aztecas poseían. No hay mucho que decir: en el principio de la partida muy hostiles, atacando la ciudad y luego la fortaleza hasta que fueron debilitándose y su conquista fue asequible.

Cuando llegó el turno de Hosokawa Katsumoto el primer impacto en la invasión fue la presencia de los monjes japoneses, que mediante el uso de la conversión iban pasando a su bando caballeros ingleses poniendo las cosas complicadas ya que había que luchar contra ellos. Los japoneses defendieron con caballería ligera, y algunos samuráis, pero no pudieron contra el empuje de los caballeros y arqueros ingleses, a la par que las armas de asedio destruían la ciudad. Poco antes que cayeran los japoneses, fueron hallados los últimos aldeanos chinos. La campaña contra los japoneses implicó la derrota definitiva de éstos y sus aliados chinos.

De cara a la victoria sobre Pájaro-jaguar fue muy importante inyectarle recursos a Conall, mi aliado. Así, nos dio una mano en la victoria final aportando soldados y facilitando nuestro trabajo. Yo lo protegí al principio; él me apoyó en el tramo final de la partida. Definitivamente hubo algo de trabajo en equipo.

lunes, 2 de abril de 2012

Arena de Infantería

La primera partida a relatarse en este año 2012 tiene una condición especial: Los grupos —o alianzas— que se han formado están hechos teniendo más en cuenta la proximidad geográfica, entre los integrantes del grupo, que la afinidad que los llevara a forjar la alianza.

La segunda condición consiste en que la unidad única de cada civilización participante es un elemento de infantería.

La tercera consideración es el mapa. Ha sido elegido el que se conoce como “Arena”. El mapa va a estar constituido por una serie de recintos amurallados ubicados de tal manera que el centro del mapa queda disponible para que allí se realicen los combates. Esto es casi similar a un arena de gladiadores (de ahí el nombre) ya que los guerreros y las armas de asedio permanecerán al interior de la fortaleza hasta que salgan de ella a combatir. La idea de cruzar la muralla o puerta que comunica el interior de la fortaleza con el exterior, el campo de batalla, es similar a lo que se algunas veces se ve en los programas de lucha libre, donde un luchador permanece encerrado en una de las cabinas exteriores que circundan al cuadrilátero hasta que llega el momento en que entra en la lucha.

Entonces, explicado lo anterior, las civilizaciones participantes han sido seleccionadas y agrupadas de la siguiente manera: El equipo uno tiene a Valmont (ingleses y color azul) y Conall (celtas y color verde); el equipo dos se compone a Pájaro-jaguar (mayas y color gris) y Acamapichtli (aztecas y color naranja); en el equipo tres participan Yue Fei (chinos y color aguamarina) y Hosokawa Katsumoto (japoneses y color púrpura); finalmente el equipo cuatro está conformado por Olaf Tryggvasson (vikingos y color rojo) y Raimundo de Antioquía (francos y color amarillo).

A partir de mañana, la acción vuelve a Planeta Age.

jueves, 5 de enero de 2012

Tercer Aniversario de Planeta Age

Antes de empezar, un cordial saludo a todos ustedes, lectores del blog, y también a los visitantes que aparecen casualmente por aquí.

Planeta Age celebra su tercer aniversario. Sí, hace tres años este blog fue inagurado con una propuesta original: relatar partidas de Age of Empires a través del uso de imágenes acompañadas de sus respectivos comentarios.

En el último año (y un poco más) hemos ido sumado material procedente de películas de ficción y las biografías de los personajes que lideran las civilizaciones que se enfrentan en las partidas. La respuesta no ha tardado en esperarse: de inmediato el flujo de visitas se ha incrementado notablemente; lo cual representa un éxito para quien escribe.

Los que visitan el blog por primera vez, o están en sus primeras visitas, deben saber que Planeta Age se maneja como un blog temático, basándose en el videojuego Age of Empires. De esto surgen ramificaciones o extensiones: ésas son las cosas afines con lo cual le damos un valor agregado al blog, yendo más allá de las capturas de imagen y su comentario e incorporando temas materia de otros menesteres.

Age of Empires es un videojuego que no se agota en sí mismo. Para el presente año las novedades continúan. Empezaremos con la incorporación de documentales de televisión; en esta oportunidad se dedicará un especio para Battles BC, una serie de documentales de History Channel basado en las más importantes batallas de la historia en la época anterior al nacimiento de Cristo. En ellas se recrea los campos de batalla y también la aparición de contenido que puede aplicarse en el videojuego tema de este blog. Además, al mismo tiempo, sirven como un elemento de aprendizaje y profundización en el conocimiento de los grandes imperios y su paso por el mundo.

Gracias, muchas gracias por su preferencia. Ésta se aprecia en el incremento del número de visitas.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Guerreros Aztecas. Balance Final

Nunca antes había jugado una partida en el mapa de marismas; ni antes del blog, ni después de iniciado éste. No obstante lo anterior, una vez más el mapa de relacionaba al Nuevo Mundo, al tener pavos y no ovejas como fuente de alimentos. Todos los participantes fueron aztecas y que lo fueran significó la participación de ocho pueblos aztecas en el mapa. De más está decirlo que no hubo caballería ni mucho menos armas que usaran pólvora.

La elección de este mapa fue considerando la geografía como aquella en la que vivieron los antiguos aztecas: Tenochtitlán una ciudad en medio de un lago y con las tierras rodeadas de zonas pantanosas. De esa manera cumplía un poco con hacerles un pequeño homenaje a aquella civilización prehispánica que forma parte del orgullo de todo un pueblo.

Una de las cosas que no me agradó de la partida fue la rendición y consecuente retiro de Cuauhtémoc. Esperaba más de él, por supuesto por el nombre y lo que dice de él la Historia… pero fue tan rápido. En  los momentos previos al inicio de la partida, yo creía que podía estar junto a él disputándome la victoria final y no fue así.

Sin embargo, antes de sucumbir a la pena, recordé que era participante de la partida y debí considerar la resignación. Había algo —potencialmente provechoso— en que Cuauhtémoc se retire: dejaba un pedazo de mapa vacio y había que sacarle utilidad antes que otros lo hicieran. Entonces, fue así como decidí instalarme en la zona del mapa correspondiente al heroico azteca.

Ante las dificultades de llevar un puñado de hombres y mujeres hasta tan lejana tierra (lejana en términos del mapa), encontré que el barco transporte, en este caso un transporte fluvial, podía llevarlos de un extremo a otro del mapa; puesto que realizar dicho viaje por tierra hubiera supuesto una no determinada cantidad de peligros tales como: cruzarse con otra expedición militar y ser víctimas —involuntarias o no— de ataques. Eso diezmaría la expedición militar o los aldeanos enviados a construir la nueva ciudad, en este caso una pequeña colonia.

Definitivamente resultó un éxito el viaje. Los barcos llegaron al destino fijado y los aldeanos no tuvieron muchas dificultades en levantar la ciudad; por su parte, los soldados, que iban en el mismo viaje, sólo encontraron la ocasión de pelear cuando los aldeanos trabajaban en construir la ciudad. El rival con el cual nos encontramos fue con Moctezuma, aliado de Cuauhtémoc. En esta partida, ambos icónicos representantes de la cultura azteca, tuvieron la oportunidad de formar un equipo aunque dicha situación no se alargó por mucho tiempo.

Moctezuma se convirtió en el nuevo rival a derrotar. Era el más cercano en términos geográficos, puesto que los aliados siempre empiezan en posiciones estrechamente cercanas; durante su evolución en la partida llegan a tener una zona de intersección compuesta por los edificios que van creando. Moctezuma estuvo ubicado al extremo occidental de la colonia; Axayácatl y Cuitláuac, integrantes de otra alianza, se ubicaban en el extremo oriental de la colonia.

De inmediato, una vez derrotado Moctezuma, Axayácatl resultó siendo vencido. Lamentablemente, no pude recoger suficiente información en las capturas de imagen. Por lo visto, aparte de Huitzilíhuitl, mi aliado, otros dos más: Tízoc y Ahuítzotl, tuvieron a Axayácatl bien ocupado hasta derrotarlo. Un buen tiempo, este azteca figuró como el de mayor evolución, aquél que había acumulado mayor puntaje. ¿Cuál era el secreto? Era poseedor de tres de las cinco reliquias. Esa fue la razón que motivó a los demás participantes a eliminarlo del mapa precisamente para quedarse con la fuente de su riqueza. Incluso Moctezuma estuvo interesado en combatirlo para apropiarse de sus reliquias. En el momento que la expedición llegó a las extierras de Cuautéhmoc, una expedición militar de Moctezuma cruzó ante nuestros ojos camino al predio de Axayácatl.

Un valor significativo lo tuvo mi aliado Huitzilíhuitl. Mientras los aztecas naranjas detenían el avance de Tízoc y Ahuítzotl desde un cruce de rió amurallado, Huitzilíhuitl hacía la guerra a Axayácatl y a Cuitláuac. Fue un aliado muy comprometido con la causa. Apenas un rival se retiraba, se interesaba por buscarse un nuevo rival. Parece como si él mismo hubiera dirigido la guerra.

Algo para considerar es cómo un aliado afronta la guerra. Si es un jugador del sistema, es decir, dirigido por la computadora, tienen el defecto de no ser tan cautelosos a la hora de atacar, puesto que se lanzan con todo —como si no les importara sufrir bajas— contra torres, castillos y otros edificios. En todo caso, si el jugador humano hace un aporte sumando armas de asedio a la expedición el resultado puede mejorar sustancialmente. Con Huitzilíhuitl fue así. En ciertos momentos, nuestro apoyo con lanzapiedras fue vital para que él sea más letal en sus ataques y eso redunde en beneficio de nuestro equipo. Uno de los afectados con dicha estratagema fue Cuitláuac. Lamentablemente, el proceder anteriormente explicado no siempre fue rigorosamente seguido. Hubo momentos en los que me quedé sin aliado porque, en su descuidado proceder, perdía todos sus hombres de ataque; pero para eso estaban los aztecas naranjas si se trataba de continuar con la lucha.

La única victoria que nos podemos adjudicar como netamente propia es contra Moctezuma. Cuauhtémoc y Axayácatl perdieron de un modo poco claro y que sólo puede ser conocido realizando conjeturas. Cuitláuac es más una victoria de Huitzilíhuitl que nuestra; Tízoc y Ahuítzotl son victorias como resultado de la combinación de esfuerzos entre Huitzilíhuitl y los aztecas naranjas. En éstas se aprecia momentos del uso de armas de asedio para apoyar los esfuerzos del aliado y la continuación de la lucha cuando éste ya no está presente.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Guerreros Aztecas

Continuando con el pequeño periplo por el Nuevo Mundo, ahora corresponde el momento de los aztecas, la gran civilización prehispánica de la que México se siente tan orgulloso.

En un intento por adecuar la partida con la realidad histórica, el mapa de esta partida será Marisma, las ciudades de los participantes estarán rodeadas por lagos y pantanos recordando un poco a lo que fue la antigua Tenochtitlán. La dificultad es la máxima; los recursos, altos y el mapa de tamaño gigantesco.

Los participantes están divididos en cuatro equipos. El primero conformado por Valmont (naranja) y Huitzilíhuitl (verde); el segundo tiene por integrantes a Moctezuma (azul) y Cuauhtémoc (aguamarina); el tercero lo forman Ahuítzotl (amarillo) y Tízoc (gris); el cuarto equipo está dado por la presencia de Axayácatl (rojo) y Cuitláuac (púrpura).

Entonces, a partir de mañana, retomamos la acción.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Caciques Mayas. Balance Final

El mapa, una vez más, tuvo mucha influencia en la manera cómo la partida evolucionó a lo largo que la misma duró. Los caprichos de su diseño llevaron a que unos rivales cayeran primero y otros permanecieran más tiempo en la liza. Yucatán: un territorio surcado por ríos y extensos territorios cubiertos por árboles. Para el caso de mi equipo (integrado con Hocico Torcido) nos correspondió un área extensa, incluyendo el territorio original —la ciudad en sí— como el que se puede considerar de influencia, que comprende lo que está más allá de las murallas.

Una de las ventajas que nos dio el mapa fue que el territorio que separaba las tierras de Hocico Torcido y quien escribe, respecto de Jaguar Escudo II y Nenúfar-jaguar, estaba marcado por la presencia de un río, el cual, prácticamente servía de frontera natural al mismo tiempo que impedía las incursiones de los participantes mencionados. Éstas se desviaban —en un intento por evitar el río— demasiado acabando en otras tierras como por ejemplo en la correspondiente a Dios del Cielo de Piedra.

Para protegerse de los enemigos, el plan más acertado era construir murallas en los puntos neurálgicos. Uno de ellos era el final del río que coincidía con un bosque que separaba los predios de Hocico Torcido y el mío. Sin embargo, la tarea no se acaba allí. En el extremo norte existía un paso, que en un principio descuidé y permitió pequeñas incursiones enemigas que fueron controladas. Luego fue cubierto con murallas para que cualquier otro rival no lo cruzara. Aparte de ese paso cubierto, existía uno más cercano al anterior por cierto. Una pequeña muralla se extendía en dirección norte a sur para frenar los ataques que se podría sufrir; y luego un corto trecho de muralla para prohibir el ingreso del enemigo en nuestras tierras. Recuerdo a guerreros de Rey Cielo Tempestuoso no sabiendo qué hacer. Avanzaban en dirección a la muralla, al lado de sus armas de asedio; pero luego se detenían desconcertados ya que no podían transitar hacia nuestros territorios. En conclusión, si nos hubieran asediado —en nuestra propia ciudad— lo habrían hecho en un reducido espacio frontal guarnecido por dos torres y un castillo.

Como la mejor defensa es un buen ataque y Age of Empires demanda la participación de guerreros, debía haber acción bélica. En los tempranos momentos de la partida vi que todos los rivales acudían a asediar a los mayas amarillos, los dirigidos por Dios del Cielo de Piedra. No sé por qué lo hacían. En un primer momento pensé que el ensañamiento masivo contra él se debía a su posesión de reliquias. Decidí emprender una campaña de conquista de su territorio. Tras recorrer de principio a fin su espacio encontré que él no era el poseedor de las reliquias, sino que éstas se hallaban repartidas entre otros participantes de la contienda. Tres de ellas se hallaban en poder de Hocico Torcido, mi aliado, y una la tenía yo; nuestro equipo sumaba cuatro en total. Recién allí eché un vistazo al monasterio de mi aliado para ver que de reliquias no podíamos preocuparnos. Cuatro de cinco reliquias en nuestro haber era más que holgado.

Sin embargo, la derrota de Dios del Cielo de Piedra trajo desafortunadas y afortunadas consecuencias. Rey Cielo Tempestuoso y Caparazón de Humo le atacaban constantemente. Una vez borrado del mapa el rival que quedaba frente a ambos era Hocico Torcido. Allí cometí un error. Debí defender mejor a mi aliado ¿Cómo? Pues instalando una base en el antiguo territorio de Dios del Cielo de Piedra ya que se hallaba en camino hacia Hocico Torcido al mismo tiempo que servía de tapón para sus incursiones. Cuando cayó el monasterio de mi aliado, y sus reliquias quedaron al aire libre, fui por ellas para librarlas de las manos del enemigo. Este fue lo único beneficioso de mi incursión.

Lamentablemente en esos instantes me hallaba completando la conquista de Jaguar Escudo II, tras dos oleadas de ataques. Era el rival más cercano a mi territorio y era vital ponerlo fuera de combate. Si bien nos separaba un río, consideré adecuado utilizarlo para desembarcos anfibios.

De dos participantes nunca llegué a saber cómo fueron eliminados de la competencia. Uno de ellos, el primero cronológicamente, Ardilla Humeante; el otro, Nenúfar-jaguar. La única respuesta posible consiste en una conjetura: Rey Cielo Tempestuoso y Caparazón de Humo se hallaban en medio de aquéllos. Entonces cada uno de éstos, en su afán por extenderse, terminó sacando de combate a su vecino y rival. Precisamente fueron los que restaban por vencer hacia el final de la partida.

Con Caparazón de Humo (mayas rojos) quise poner en práctica una estrategia que había tenido en mente y encontré la mejor oportunidad para aplicarla. Ésta consistía en atacar los muros de la ciudad y destruirlos, como quien pretende ingresar a través de ellos, pero no ejecutar dicha acción; sino más bien, atraer a los aldeanos hacia los muros con el propósito de que una vez que estén trabajando en la reconstrucción de los muros o en su reparación, se les dispare flechas hostigando su labor al extremo de diezmar la población. Los aldeanos son, al fin y al cabo, el soporte de la economía con la que un participante hace la guerra en Age of Empires y la economía es el soporte del ejército. Sin una cosa no funciona la otra. Así logramos vencerlos.

Rey Cielo Tempestuoso, el último rival, sucumbió por un efecto algo similar pero no provocado por mí. Su pueblo se había dedicado a ser leñadores. Habían logrado deforestar una gran zona cercana a los predios de Ardilla Humeante (ya eliminado) pero quedaba en pie una torre que dispara flechas a todo aldeano que se atreviera a obtener madera y, así, se mermaba su capacidad de producción puesto que los eliminaba. Es por eso que Rey Cielo Tempestuoso no opuso mucha resistencia con soldados cuando lo atacamos; su única forma de resistir fue tratar de repelernos con edificios defensivos, es decir con castillos y torres, pero no lograron su cometido.

lunes, 11 de abril de 2011

Caciques Mayas

Ahora vamos al Nuevo Mundo, específicamente Mesoamérica. Otros mapas, nuevos tipos de ejércitos, nuevas civilizaciones y nuevas formas de afrontar el desafío de conseguir la victoria.

El mapa seleccionado es Yucatán, ya que allí se desarrollaron los pueblos mayas. La dificultad es la máxima. Los participantes, que siguen siendo ocho, están distribuidos en cuatro equipos con dos contendientes cada uno. El primero: Valmont (gris) y Hocico Torcido (verde); el segundo, Nenúfar-jaguar (azul) y Jaguar Escudo II (naranja); el tercero: Rey Cielo Tempestuoso (aguamarina) y Caparazón de Humo (rojo). Finalmente, el cuarto equipo, Dios del Cielo de Piedra (amarillo) y Ardilla Humeante (púrpura).

Entonces, a partir de mañana, la acción regresa.

miércoles, 5 de enero de 2011

Segundo Aniversario de Planeta Age

Un día como hoy, hace dos años, Planeta Age fue lanzado como blog. Han sido dos años gratos con batallas interesantes junto a capturas de imagen del juego con el fin de entretener al público visitante a partir de la belleza del diseño artístico —el concepto gráfico— que caracteriza a Age of Empires.

Otras de las cosas que me ha gustado de este tiempo es la oportunidad de ver películas épicas, como aquellas que han sido incorporadas a una suerte de corpus y, también, las breves reseñas biográficas sobre los personajes que aparecieron en las partidas relatas. Ambas incorporaciones a la temática del blog han ampliado mis horizontes intelectuales y creo que lo mismo puede suceder con quien se tome la molestia de leerlas. Sea quien sea, de aquí o de allá, de otro continente, hispanohablante o conocedor de la lengua castellana; para todos ellos es este blog.

En el presente año, al principio, se presentarán nuevas películas vinculadas a Age of Empires II: The Conquerors Expansión y otras que —de alguna u otra manera— se vinculan con el videojuego; por la acción bélica y coincidir en el periodo histórico, la Edad Media. Luego de eso volveré con una breve serie de reseñas biográficas y después nuevas partidas jugadas, relatadas y con capturas de imágenes por supuesto.

Mediante mis indagaciones he conseguido películas sobre dos de las tres campañas históricas de la expansión. Lamentablemente, no he podido conseguir alguna relacionada a Moctezuma. Yo sé que este blog recibe muchas visitas procedentes de México. Si existe alguna película en la que aparece Moctezuma pido por favor, a los visitantes del país azteca, que me proporcionen el título de dicha película. Yo me encargaré de conseguirla y realizar la tarea de presentarla, analizarla y colgar una selección de imágenes. Les agradeceré por siempre.

Una vez más, gracias por su preferencia. Sólo me queda hacer que Planeta Age siga creciendo.

sábado, 30 de octubre de 2010

Lejano Oriente. Balance Final

Las condiciones del mapa determinaron en gran manera cómo se desarrolló la partida. Como siempre los jugadores del sistema, o mejor dicho, aquellos que juegan dirigidos por el programa o la computadora, son los que evolucionan más rápidamente que los dirigidos por un ser humano. Es así como en las primeras capturas de imagen, correspondientes a los primeros momentos del juego, si se tratan de acciones bélicas, tienen como protagonistas a los jugadores del sistema. Fueron mis aliados, Almirante Yi Sun-shin, Wu Ze-tian y Zhao Kuang-yin los que se enfrentan a los cuatro mongoles, Kushluk, Chepe, Genghis Khan y Subotai. Los japoneses se ocupaban de construir una economía sólida, en algunos momentos apoyar con recursos a los aliados, ir observando la evolución del conflicto y reconocer el territorio del enemigo en cada incursión aliada.

Con los contendientes repartidos en dos islas y separados por un canal, la única manera de combatirse fue en las aguas, mediante los barcos de guerra y, en menor medida, con los desembarcos de unidades terrestres que no hacían, al principio, un gran daño a los oponentes. Entonces, el canal se convirtió en una tierra de nadie. Constantemente cada participante enviaba su flota para enfrentarse a la del rival. Se vio, galeones, galeones artillados, galeones artillados de élite, brulotes y brulotes rápidos e incluso, con menor frecuencia, buques de demolición pesados. Salidos del muelle o astillero, partieron rumbo a encontrarse con el enemigo sea cual sea. Los dos bandos se apoyaban entre sí. A veces uno de los contendientes enviaba su flota y ésta terminaba peleando contra dos rivales al mismo tiempo. Hubo batallas en las que se involucraban hasta cuatro facciones, en un combate de tres contra uno o dos contra dos. En fin, la gran batalla naval fue una lucha a muerte buscando que el otro ceda para que luego su isla sea invadida.

Lo más importante para conseguir fue la madera. Hacia los momentos finales de la partida ya no quedaba un solo bosque existente. Todos fueron devorados por las hachas de los leñadores en ese afán de enviar más naves al frente de batalla. Una gran postal que nunca logró aparecer es la siguiente: un número elevado de aldeanos de Zhao Kuang-yin muy laboriosos. Al final quedaron desempleados, pues se agotaron los árboles.

La adquisición de monedas estuvo manejada por la explotación de las minas de oro y el robo de reliquias que eran liberadas de los monasterios por obra de un bombardeo. Sin embargo, la fuente más importante de ingresos fueron las caravanas comerciales entre nuestro mercado y el mercado coreano; como también, las urcas mercantes dirigidas al puerto del Almirante Yi Sun-shin. Ninguna de las rutas tuvo problemas de ataques enemigos: las carretas comerciales iban por el medio de la isla y las naves mercantiles navegaban a cabotaje desde nuestro puerto ubicado a las espaldas del canal, el frente de batalla. Mis aliados también aprovecharon la oportunidad de hacer comercio con los japoneses.

Hay eventos que coinciden en un momento dado. Cuando los mongoles hacen sus últimas incursiones navales de gran peso, cuando Kushluk anduvo medio herido de muerte, debilitado por constantes ataques marinos, es el momento en que surge la flota de los japoneses para entrar en acción. En ese entonces, la economía nuestra podía hacer frente a los gastos de mantener una flota y un ejército activos.

El mejor lugar para establecer una base militar en la isla era uno de los extremos. Elegí el extremo occidental ya que allí se hallaba Kushluk, minimizado y casi destruido. De todos los mongoles era quien anduvo más rezagado y no fue para menos. Su presencia en sus orillas estuvo tan mermada que Chepe, un participante ubicado al centro de la isla, tuvo construido un molino para explotar los recursos naturales más cercanos a la costa. Es más, viendo la zona que ocupaban en el mapa, los mongoles de Chepe contaron con tres grandes bosques de los cuales alimentaron su armada y les permitió expandirse a su gusto con lo cual fueron, por mucho tiempo, los líderes de la partida.

El resto ya ha sido relatado. Eliminación de Kushluk, el establecimiento de dos castillos luego de perder uno y la participación conjunta entre los coreanos y japoneses para vencer a Chepe y Subotai, además de mis esfuerzos privados por vencer a Genghis Khan. Ubicar aldeanos desocupados y eliminarlos para pagar menos por los espías, fue necesario. Los encontré casi por suerte, pues el terreno de la isla era desconocido en su totalidad. Fueron ataques selectivos con fines estratégicos.

Una vez Chepe derrotado, las distancias entre éste y yo eran un poco ventajosas para el primero. Ya cuando se encaminaba la victoria de la coalición de chinos, coreanos y japoneses las distancias eran de temer si no concluía la partida en el primer lugar. La situación fue difícil. Los aliados, especialmente el Almirante Yi Sun-shin, habían retomado sus incursiones en la isla de los mongoles y eso significaba apresurar el paso rumbo a la victoria final. Por último, eso motivó a que mis japoneses y yo seamos más incisivos y nos apuremos en vencer a los mongoles. Luego de anunciada la victoria las estadísticas definitivas fueron alentadoras: había logrado superar a Chepe por casi 600 puntos. Un milagro a base de esfuerzo.

sábado, 7 de agosto de 2010

Lejano Oriente

Para la presente ocasión la partida estará compuesta de civilizaciones del lejano oriente, que aparecen en Age of Empires II. Se toma como idea el hecho de la expansión del Imperio Mongol en la Edad Media. Ellos lo hicieron, mayoritariamente, en dirección oeste y sur, pero las islas japonesas permanecieron inmunes a las pretensiones de Genghis Khan y sus sucesores. En esta partida el enemigo a enfrentar son cuatro líderes mongoles contra una coalición con los siguientes participantes: dos chinos, un coreano y un japonés. La elección de que sean dos chinos se debe al hecho que éstos siempre han sido el grupo poblacionalmente mayoritario en aquella parte del mundo.

El mapa escogido es el de las Islas de equipo, en una clara alusión a las islas japonesas como último reducto que se resiste al empuje conquistador mongol. La  dificultad, la máxima. El primer equipo tiene como integrantes a Valmont (japoneses y color púrpura), Wu Ze-tian (china y color aguamarina), Almirante Yi Sun-shin (coreano y color gris) y Zhao Kuang-yin (chino y color naranja). El segundo equipo, compuesto por los mongoles, cuenta con Subotai (azul), Genghis Khan (rojo), Chepe (verde) y Kushluk (amarillo).

Tan sólo quiero añadir un detalle curioso: Wu Ze-tian es una mujer. Fue la única en ocupar el trono como emperatriz de China a lo largo de toda la milenaria historia del gigante asiático.

Entonces, a partir de mañana, vuelve la acción.

jueves, 29 de julio de 2010

Bizancio. Balance Final

Lo más impactante de la partida fue el inicio. No había siquiera levantado edificios importantes para defenderme de los enemigos, cuando de la nada, General Manuel Comneno, mi aliado, comenzó a enviar una serie masiva de tributos. Me alarmé. En otras partidas, en un periodo anterior a la existencia del blog, en mapas que hubo considerables extensiones de agua, sucedía que los participantes se iban retirando ya que no podían desarrollarse como corresponde, por falta de espacio. Mi preocupación fue la posibilidad de enfrentar prematuramente a los rivales restantes para lo cual no me hallaba preparado.

Sin embargo, General Manuel Comneno continuó presente en la batalla y no sólo eso. Aprovechó el terreno para expandirse ampliamente, construyó murallas y castillos, explotó recursos en las proximidades, y cuando éstos se consumieron se aventuró paulatinamente hacia otros territorios para servirse de lo que los anteriores oponentes hubieron dejado.

Quizás lo anterior se puede ver graficado en las dos primeras, capitulaciones. Primero el turco Kai Kobad e inmediatamente después Saladino, acaso el más famoso de los sarracenos, el hombre que históricamente recuperó territorios en posesiones de los cruzados en Tierra Santa. Ésta deserción me desilusionó un poco ya que esperaba más de él, por su nombre y por la historia; pero en el juego fue otra cosa.

Las dos eliminaciones no tuvieron que ver exclusivamente a encontrarse en un área difícil para expandirse y aprovechar los recursos. Kai Kobad, uno de los dos turcos de la partida, cedió la victoria ante los persas. Muy cerca de ellos y separado tan solo por un vado, tuvo sobre sí las incursiones que acabaron por eliminarlo. Fue atacado con todo el empuje, empeño y capacidad que se tiene al inicio de la partida. A parte de ello, obviamente, su territorio era muy angosto. Ambos factores descritos determinaron la derrota de aquel turco. Posteriormente, Emperador Kavadh, el persa, aprovechó el territorio conquistado para expoliarlo; aunque no por mucho tiempo.

En cuanto a Saladino hay que decir que disputó con Kai Kobad, el último puesto de la clasificación final. Tan sólo un punto a favor del rey sarraceno fue la diferencia entre ambos. Que yo recuerde no hubo un ataque sostenido a Saladino por parte del bizantino General Manuel Comneno. Más allá de unas escaramuzas para defender el territorio, hacerse retroceder, pelear por un bosque o minas de oro, en la cual estuvo mi participación, con el envío de catafractas, no hubo algo más. Ni uno ni el otro progresaban mucho en sus afanes por vencer a su respectivo oponente. Probablemente la situación no se le manifestó favorable para Saladino y así perdió. No hay otra posible explicación ya que entre los persas y él, habitaba un aliado suyo, por medio del cual, sólo superándolo, podían alcanzar las tierras del afamado sultán.

Con dos enemigos fuera, un aliado aún en la lid y sintiendo la terrible amenaza de la artillería turca y los peligrosos elefantes de guerra persas, había que tomar acciones inmediatas antes que el peligro se materialice en devastadoras incursiones enemigas. Para contrarrestar el problema se necesitaba una acción inmediata: poner freno a la ofensiva persa y evitar que prosperen.

En dichos momentos tanto mi aliado como los dos persas y, esporádicamente, el sobreviviente sarraceno atacaban sin descanso a Bayaceto, el último turco en pie dando lucha. Éste podía resistir los embates enemigos, en un principio; posteriormente fue perdiendo capacidad de defensa y los enemigos ya podían, poco a poco por cierto, ingresar en su ciudad a pesar de que caían víctimas de los castillos o las torres de bombardeo. Sin embargo me pregunté ¿qué pasaría cuando el turco caiga derrotado y quién iba ser la próxima víctima? Pude haber sido yo.

Entre las tierras de Bayaceto y las dos ciudades persas había un territorio completamente deshabitado, tal como se pudo reconocer por medio de los exploradores. Era la tierra de Kai Kobad, de la que sólo quedaban murallas y puertas. Una vez enviada una expedición de catafractas y constructores, se comenzó levantando un castillo, erradicando los dos castillos del Emperador Kavadh y, posteriormente, a los leñadores enemigos. Así se ganó ese espacio de tierra que, a la postre, fue determinante. Se levantó las murallas, se cambiaron las puertas y se creó un muelle que trabajó como astillero en la creación de una flota que enfrentó a la persa de Emperador Kavadh y del Sha Rukh.

El combate fue difícil. Las naves de nuestra flota eran hundidas, pero ese astillero iba creando nuevas embarcaciones de guerra e iban al frente. Paso a paso fue minando el número de naves enemigas hasta que concluyó el combate con el bombardeo y destrucción de sus muelles y las edificaciones costeras. La resistencia persa para defenderse en las aguas fue aniquilada. A la par de ello se venía dando una importante situación en las tierras de Bayaceto. Muchos de sus aldeanos habían perecido; sus defensas, eliminadas. Tanto el ejército como la flota del General Manuel Comneno habían hecho su trabajo a la par. Fue un excelente aliado. Posteriormente, nuestra flota fue dirigida hacia las costas de Bayaceto sólo para ayudar en la destrucción torres defensoras turcas facilitando el ingreso en la ciudad al ejército de los bizantinos rojos.

Cuando restaron tres rivales: Emperador Kavadh, Sha Rukh y Califa Yazid, la labor que marcó el triunfo fue repetitiva. Primero: eliminar con armas de asedio o galeones artillados de elite las defensas costeras y segundo: ingresar a la ciudad a barrer con todo lo que se encuentre; sean aldeanos o sean edificios. De esa manera el ejército la tuvo más fácil que si se hubiese internado en las ciudades bajo las flechas de castillos y las balas de cañón de las torres de bombardeo. Una vez más, el empleo de la táctica militar: aprovechar ventajas nuestras y deficiencias ajenas.

sábado, 1 de mayo de 2010

Bizancio

En esta nueva oportunidad los bizantinos harán frente a las tres civilizaciones con las cuales ha tenido mayor proximidad geográfica e histórica: los persas, los sarracenos y los turcos.

El mapa escogido es el Continental, ya que me parece un fiel reflejo al territorio que ocupó el Imperio Bizantino. La dificultad será la máxima. Los ocho participantes fueron repartidos en cuatro equipos: El primero: Valmont (aguamarina) y el General Manuel Comneno (rojo), quienes serán lideres de los bizantinos. Los integrantes del equipo dos son los persas, Emperador Kavadh (verde) y Sha Rukh (gris). El equipo tres lo forman Califa Yazid (amarillo) y Saladino (naranja), ambos son sarracenos. El último equipo, el cuatro, lo componen los turcos, Bayaceto (azul) y Kai Kobad (púrpura).

Entonces, a partir de mañana, la acción.

jueves, 8 de abril de 2010

Feudos Francos. Balance Final

Si bien ya había tenido un par de partidas previas en el mapa de Selva Negra (partidas que jugué en épocas anteriores a las que se registran en el blog) no me resultaba muy familiarizado con el desenvolvimiento particular de los participantes en las circunstancias que ofrece.

La primera de ellas es que la gran parte del territorio está dominaba por extensivas áreas de bosques, con uno grande en el centro prácticamente para el uso de los ocho contendientes. Entre los que formaban parte de un solo equipo se había creado un camino, algo dañado, que unía ambos feudos; al mismo tiempo que servía de vía para encontrar a los rivales. Particularmente, entre los francos amarillos y Pipino el Breve la calzada sirvió para los viajes de las caravanas comerciales entre mercados. Aparte de esto, entre feudos enemigos había una breve tierra de nadie, muchas veces con vitales recursos, que los separaban.

En el nivel de dificultad máxima parece que la consigna de todos los enemigos, dirigidos por el sistema, se trata de eliminar al aliado del jugador humano. Una vez logrado, el resto cae como vendaval sobre el superviviente. En ese caso el aliado está allí para permitirte prosperar el tiempo que él resiste los embates de los rivales. Hay que ayudarlo en algunos casos. Lamentablemente, el desarrollo económico y urbano no permite fácilmente que eso suceda. A lo mucho se puede enviar una partida de caballería, pero ellos —a la larga— terminan por perder la vida. Una razón más para el fracaso de una iniciativa de apoyo firme y constante al aliado es que no se puede tener la atención en dos lugares al mismo tiempo. La computadora lo hace, pero ella es computadora. ¿Y nosotros? Pues sólo queda derrotarla con ingenio.

Si tuviera que decir qué cosa me han dejado los grandes hombres del pasado como legado, que me haya sido útil en algún momento, debería recurrir a una ironía. Pipino el Breve, mi aliado, a la hora de retirarse de la contienda bélica me dejó un feudo de regalo, con recursos por explotar incluidos… y además cuatro castillos y murallas para seguir peleando hasta lograr la victoria. Todo fue sumamente útil, ya que el ex feudo de Pipino el Breve se convirtió en un campo de batalla donde esperaba a los enemigos para caer por flechas o por la espada. Como también, en momentos más tardíos, sirvió como base militar. Los castillos, tanto en los míos como en los dejados en “herencia”, devinieron hacia el final en hospitales de campaña para la recuperación de las unidades heridas; o bien, para que los aldeanos desempleados colaboren en la guerra mejorando la fuerza de ataque de los castillos. ¡Estuvieron empleados como arqueros! Lastimosamente no pude mantener todos los castillos hasta el final. De aquéllos entregados sólo permanecieron en dos. Ambos fueron perdidos en un solo momento: cuando los francos amarillos se fueron de campaña contra Rey Felipe I, en una de las tantas ofensivas que luego determinaron su derrota.

Una gran embestida contra Pipino el Breve determinó su caída. En ella se juntaron enemigos y enemigos entre sí con el fin de sacarlo del juego. Carlos el Atrevido y Carlos Martel le dieron la estocada final. De ahí los otros seis restantes fueron derrotados por el acero de los francos amarillos. En realidad el primero que cayó fue acaso el más memorable y venerable de todos los francos de la Edad Media, Carlomagno. Es muy curiosa la forma en que fue derrotado. La primera exploración a su tierra lo encontró en una situación incipiente. El centro urbano, unas cuantas torres, la misma cantidad de leñadores y ninguna unidad militar. El feudo de Carlomagno no se había desarrollado al par de los demás.

El siguiente en ser eliminado fue Pipino el Breve, pero de él ya se habló. Ahora era turno de Rey Felipe I. Había que conseguir más reliquias, y él era poseedor de una. El flujo de oro debía aumentar como medida de precaución. Atacarlo supuso la inversión en cinco expediciones, aproximadamente, hasta hacerlo caer. La distancia que los guerreros debían viajar era larga, de extremo a extremo, y peligrosa. Una esquina del feudo de Carlos Martel, defendida con tres castillos, era una amenaza. Incluso el monje que recogió la reliquia alcanzó las tierras del Rey Felipe I herido, pero vivo.

Transcurrió un lapso, tomándonos una pausa para reorganizarnos y estudiar al rival, el siguiente fue Felipe el Bueno. Al presentar esta partida, meses atrás, dije que se presentaban “extrañas coincidencias”. Nuestro rival de turno, Felipe el Bueno, padre de Carlos el Atrevido y ambos formaban una sola alianza. Cuando el padre la pasaba realmente mal y su ciudad comenzaba a ser arrasada, Carlos el Atrevido atacó a los francos amarillos invasores haciéndolo, prácticamente, “en el nombre del padre”. Y cuando veía que sus oportunidades de ganar eran escasas armó un ataque de paladines descomunal. Felipe el Bueno ya había quedado fuera de la partida. Así que nuevamente emprendió una acción bélica “en el nombre del padre”. Vencerlo significó el acceso a las dos últimas reliquias en poder del enemigo y con ello el control de todas. Hacer una abertura en mitad de su muralla fue el factor sorpresa para caer sobre el centro de la ciudad.

Antes de atacar a Carlos el Atrevido le tocó el turno de Carlos Martel, quien al igual que Luís XI sufrió un mismo ardid. Disponían de pocas tropas; de seguro que las habían perdido luchando contra otros, no hay otra posibilidad. Los bosques que protegían parte de sus ciudades, como barrera natural, habían sido talados por completo y representaban una puerta abierta para los francos amarillos. La expedición fue dividida en dos cuerpos. Uno se encargó de destruir los edificios exteriores de la ciudad, ubicados frente a la entrada principal; con ello el poco ejército que les quedaba mordía la carnada saliendo a luchar. El segundo cuerpo aprovechaba la ciudad desprotegida atacando los principales edificios militares como los que producen unidades; o los defensivos como los castillos que con sus flechas dificultan la lucha en las calles. Destruidos representaban un acceso rápido a la victoria. Como dije líneas arriba: es cuestión de usar el ingenio.

miércoles, 6 de enero de 2010

Feudos Francos

En un principio proyectaba crear una partida donde todos los participantes sean francos. El motivo era llamarla “Duelo de Paladines”, o bien “Paladín Franco”. Sin embargo, ante la posibilidad de que dicho nombre no representase lo que pretendía ser, elegí llamarla “Feudos Francos”. En la Edad Media, Francia fue el reino más feudal de toda Europa. Y el nombre le hace honor a eso.

El mapa escogido es el de Selva Negra. La dificultad, la máxima. Los ocho participantes se han repartido en cuatro equipos. El primero: Valmont (amarillo) y Pipino el Breve (púrpura). El segundo está representado por Carlomagno (azul) y Carlos Martel (verde). El tercero a su vez por Luís XI (gris) y Rey Felipe (naranja). Finalmente, el cuarto equipo a cargo de Felipe el Bueno (rojo) y Carlos el Atrevido (aguamarina).

Un par de detalles. Participan Carlos Martel, Pipino el Breve y Carlomagno: abuelo, padre y nieto respectivamente. El primero y el último forman un único bando; Pipino, aliado mío. Parece que se tratará de un lío de familia. Aún hay más. En el grupo cuatro se juntan Felipe el Bueno y Carlos el Atrevido, padre e hijo y, además, duques de Lorena y Borgoña. Uno sucedió al otro. Se presentan extrañas coincidencias.

martes, 5 de enero de 2010

Primer Aniversario de Planeta Age

Son pocas las veces que me animo a tomar la palabra en primera persona.

Han pasado doce meses desde el día que nació este proyecto de blog, único en su propuesta, que combina capturas de pantalla de partidas jugadas con información relativa a Age of Empires y cosas afines.

En lo que ha sido este primer año de vida Planeta Age ha conseguido más de 6000 visitas. En los 365 días hubo 186 posts; significa, en promedio, casi un post cada dos días. Eso no se hubiera logrado sólo con subir contenido, sino también con el constante flujo de visitas, gente interesada en el juego y que encontró un sitio en Internet del que valía la pena tomar interés. Las visitas motivan a continuar.

Para este 2010 los asiduos al blog encontrarán novedades. Por ejemplo, habrá apreciaciones críticas de películas como Corazón Valiente, Juana de Arco, Genghis Khan, Cruzada, Atila el Huno y El Cid, sólo por citar unos casos. Las películas épicas son lo más cercano que tenemos a una representación real de lo que se vive en la fantasía del juego. De la misma manera como los blogs sobre videojuegos de fútbol tienen un referente en las grandes ligas del mundo, al comentar sus más importantes noticias; Age of Empires tiene un referente en las producciones cinematográficas de carácter épico.

Muchas veces se juegan partidas contra oponentes de nombres desconocidos o que apenas hemos escuchado en la existencia. Otra de las novedades será la incorporación de posts que expliquen la biografía del personaje con datos documentados.

Finalmente, no me queda más que decir gracias a todos por visitar Planeta Age. Espero que lo sigan haciendo ya que el blog se mantendrá activo con una propuesta de entretenimiento y cultura.
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