lunes, 15 de marzo de 2010

Dos últimos centros urbanos


Los francos amarillos caen sobre los dos últimos centros urbanos en pie, posesiones de Carlos Martel. Ya no queda mucho. Unos arietes cubiertos han llegado de refuerzo y van a participar en lo que haya por destruir. Viendo el coste del pago por espías, ahora sí se ha reducido notablemente y ya no es una cifra de escándalo.

domingo, 14 de marzo de 2010

Luís XI es rechazado


Lamentablemente no se pudo rescatar a todos los lanzapiedras que eran amenazados por los hombres de Luís XI. La solución fue incorporar a los arqueros a caballo, acompañados de paladines (algunos de ellos cayeron) contra lanzadores de hachas y unos cuantos piqueros. La batalla fue ganada.

sábado, 13 de marzo de 2010

Encuentro inesperado


Las armas de asedio, destructoras, ahora son atacadas. Es la segunda vez que Luís XI les hace algo similar a los francos amarillos. Los lanzapiedras habían dejado la ciudad devastada. Los expedicionarios se hallan diezmados y maltrechos luego de asolar la ciudad de Carlos Martel. Los arqueros a caballo ya están por el exterior de la muralla norte buscando aldeanos para ultimarlos con flechas. En el extremo sur se halla la infantería y caballería.

viernes, 12 de marzo de 2010

¡A la torre!


El centro de la ciudad ha quedado libre de estructuras económicas o militares. El plan ha funcionado como se espera. Era lógico, tratándose de un rival con escasos recursos para plantear una lucha sostenida. Una vez más, las áreas de bosques talados facilitaron la tarea. Ya no queda mucho de Carlos Martel. Ahora los francos amarillos buscan a los aldeanos.

jueves, 11 de marzo de 2010

Sobre el taller de maquinarias de asedio


Hay dos proyectiles que surcan el aire con la intensión de impactar en el edificio militar. Un paladín franco amarillo se atreve a incursionar contra el cañón de asedio que planea eliminar los lanzapiedras hostiles. Por su parte, la entrada principal al feudo de Carlos Martel está cubierta de guerreros nuestros.

miércoles, 10 de marzo de 2010

En el otro frente de ataque


Hubo bajas de todas maneras, pero menos que otras ocasiones. Pero lo que sí se consiguió fue eliminar la resistencia del ejército de Carlos Martel y acabar, prácticamente, con las estructuras defensivas. El extremo norte ha sido tomado y desde allí se ataca con lanzapiedras sobre la ciudad. No aparecen muchos aldeanos a simple vista.

martes, 9 de marzo de 2010

Dos castillos


Tal como lo hube supuesto, el camino quedó libre para atacar los dos castillos sin preocupaciones. Únicamente, un cañón de asedio se encarga de salir en defensa. Cuando los castillos sean superados quedará una gran franja de territorio libre. Avanzando por dicha zona se puede alcanzar el otro extremo delimitado por murallas. Luego se puede rodear al centro urbano descendiendo sobre él y hacer que la plaza se rinda.

lunes, 8 de marzo de 2010

Contra Carlos Martel


Ahora empieza la campaña contra Carlos Martel. El ejército invasor fue dividido en dos cuerpos. Uno, frente a la puerta principal, se encargará de ir destruyendo los edificios de recolección que se ubiquen en las afueras de la ciudad. El segundo es el que lleva las armas de asedio. Cuando la parte principal del ejército de los francos verdes se quiera enfrentar al primero de nuestros cuerpos antes mencionados, el cuerpo con las armas de asedio atacará dos castillos que se hallan juntos y nadie defenderá.

domingo, 7 de marzo de 2010

Luís XI asedia


Ahora es Luís XI quien asedia. No ha pasado mucho entre el fin de la campaña anterior, el descanso que los guerreros toman para curar las heridas de guerra y las maquinarias de asedio que requieren ser reparadas. Los francos grises atacan con lanzapiedras y lanzadores de hacha, a la distancia. De cerca ocasionan daño con la caballería ligera, que quiere destruir por sí sola la muralla. Pero un castillo de los francos amarillos defiende bien.

sábado, 6 de marzo de 2010

Felipe el Bueno se retira


Barrido de principio a fin. Lo último que quedó de los francos rojos fueron una casa y un campamento maderero. La última en perecer fue una leñadora. El resto son esqueletos de los suyos previamente victimados. La tropa continúa destruyendo lo ubicado en las afueras de la ciudad de Felipe el Bueno. Los paladines, en esta oportunidad, están para defender a los arqueros a caballo.

viernes, 5 de marzo de 2010

¡A los aldeanos!


Listos los arqueros a caballo. Ellos son ideales para darle a blancos en movimiento, a veces solo deben girar levemente si se quiere que las flechas impacten en el objetivo. Son más letales, contra los aldeanos, que los paladines. A veces muchos de éstos se concentran en un solo objetivo. En cambio, con los arqueros a caballo, o bien en conjunto eliminan un aldeano, de un solo intento; o bien cada uno escoge un blanco propio. La tarea se hace fácil.

jueves, 4 de marzo de 2010

Intenso bombardeo


Con aproximadamente ocho bolas de fuego cayendo sobre un centro urbano incendiado se pone fin a la existencia del último de ellos que Felipe el Bueno pudo erigir. Los aldeanos, desconcertados, ya no saben qué más hacer y permanecen inmóviles. Un paladín ha victimado un agricultor y va por más.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Aparece Luís XI


No es precisamente su aliado. Es más bien su enemigo. Y se pelea con lo que encuentre. Me parece extraño porque para llegar hasta estas tierras en las que se combate, debería haber transitado por la región de Carlos el Atrevido y ellos son suficientes como para pensar que sortearon, exitosamente, los peligros del camino. Es infantería contra caballería sobre el suelo que sostuvo al anterior centro urbano de Felipe el Bueno.

martes, 2 de marzo de 2010

Nuevo centro urbano


Esos son los paladines que huyeron de las flechas del castillo, algo maltrechos. Un proyectil nuestro impacto sobre los cultivos convirtiendo el terreno en un espacio árido. Los paladines arremeten contra los aldeanos, que buscan el centro urbano de reciente creación. Uno de ellos intenta escapar por la puerta hacia el recinto del aliado.

lunes, 1 de marzo de 2010

Incendio en el castillo de Felipe el Bueno


Los paladines amarillos persiguieron a los aldeanos —muchos de ellos leñadores— desde los campos agrícolas hasta que se refugiaron en el castillo de la imagen, que ya no le queda mucho tiempo de supervivencia. Éste castillo es exterior a la ciudad; en el interior de las murallas ya no existe mucho de ella. Se están creando más paladines para enviarlos al ataque como refuerzos.
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