martes, 23 de octubre de 2012

Repeliendo a Kitboga


Ahora es el turno de Kitboga. Su expedición perece ante el castillo de los mongoles rojos. El procedimiento es el mismo. Mangudais en el castillo, que atacan a la tropa, y caballería pesada, que destruye la maquinaria de asedio. Es cierto que hay bajas, pero también es muy cierto que hay cómo recuperarlas.

lunes, 22 de octubre de 2012

Repeliendo a Guyuk Khan


Vamos a tratar de efectuar una guerra de desgaste contra Guyuk Khan y Kitboga. El plan consiste en permitirles atacarnos hasta el extremo de que consuman sus recursos o la mayoría de ellos. Cuando sus expediciones se vean cada vez más mermadas, es decir, con menos efectivos militares, será el momento de invadirlos y derrotarlos. Sobre el suelo yacen los restos de la expedición enemiga.

domingo, 21 de octubre de 2012

Guyuk Khan y sus armas de asedio


Guyuk Khan apuesta por las armas de asedio. En la imagen, un par de lanzapiedras se van armando para atacar un castillo que protege un extremo de nuestra ciudad. Los onagros no dejan de ser algo fastidioso a lo cual enfrentarse.

sábado, 20 de octubre de 2012

El nuevo objetivo de Guyuk Khan y Kitboga


En el combate sólo quedan Guyuk Khan y Kitboga, formando ambos una alianza; mientras que de nuestro lado, Uzbeg y los mongoles rojos, dirigidos por Valmont. Queda claro cuáles serán los futuros contendientes en lo que resta de la partida.

viernes, 19 de octubre de 2012

Ataque en nuestro centro urbano


Uno de los riesgos de participar en la partida sin usar murallas. Los guerreros de Guyuk Khan pudieron sobrepasar los castillos, que los hubieran detenido, y alcanzaron el centro urbano, en cuyo alrededor ocho aldeanos se dedican a la agricultura. En esta situación de emergencia ellos se guarecieron al interior del centro urbano y a la caballería pesada y el castillo les correspondió defender la ciudad.

jueves, 18 de octubre de 2012

Los piqueros destruyen el lanzapiedra


Mientras los monjes, escoltados por la caballería pesada, regresan a la ciudad cargando las reliquias, en el anterior campo de batalla las cosas son diferentes. Un grupo de piqueros y mangudais permanecen allí con el propósito de detener al enemigo, si este intenta atacar al convoy de las reliquias. Unos guerreros de Guyuk Khan fueron derrotados. Llevaban, entre otras cosas, un lanzapiedras.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Las reliquias van a casa


Escoltados por la caballería pesada, dos monjes regresan a la ciudad de los mongoles rojos con las reliquias en sus manos. Ellas serán depositadas en el monasterio para que produzcan oro y puedan financiar futuras expediciones militares, como también ofrecer apoyo en metálico a Uzbeg para que anime a emprender expediciones militares. La victoria final será de ambos y por ello él debe poner su esfuerzo.

martes, 16 de octubre de 2012

Reliquias libres


Tras la derrota de Tamerlán, el monasterio que albergaba las reliquias quedó destruido. Ahora esos preciados objetos quedan a disposición de quien vaya a recogerlas. Es curioso que el emplazamiento del monasterio sea una zona muy próxima a la ciudad de Kublai Khan, aliado de Tamerlán. Me pregunto si en la derrota de aquél las reliquias pasaron a manos de Tamerlán, o éste siempre las tuvo en sus manos.

lunes, 15 de octubre de 2012

Tamerlán ha claudicado


Nunca representó una seria amenaza. En ningún momento aparecieron grandes hordas de guerreros, a lomo de caballos o de camellos, para defender su ciudad. Una respuesta me parece posible entre todas: Tamerlán podía haber sido desgastado, en la guerra, por medio de su enfrentamiento contra Kitboga y Guyuk Khan. Entonces, cuando le correspodía enfrentarse a los mongoles rojos, ya se hallaba debilitado. Ahora, de cara al final de la partida, sólo restan dos rivales.

domingo, 14 de octubre de 2012

Devastando la ciudad de Tamerlán


La expedición se refuerza con nuevas unidades militares. Éstas reemplazan a aquellas que han caído en combate. Ya no queda mucho en pie en la ciudad, por lo menos dentro del terreno que protegían las murallas. Todo ha sido destruido por los arietes y lanzapiedras.

sábado, 13 de octubre de 2012

Los lanzapiedras propagan la destrucción


Aparecen dos camellos con armadura de las huestes de Kitboga. Los mongoles rojos y los mongoles grises tienen a Tamerlán como enemigo común. Sin embargo, Kitboga ataca nuestros lanzapiedras. Rápidamente su ataque resulta mermado por la intervención de los mangudais. Los lanzapiedras destruyen lo que los arietes de asedio no han podido lograr.

viernes, 12 de octubre de 2012

Arietes al ataque


Tamerlán no tiene mucho con qué defenderse. Sigue insistiendo con guerrilleros que lanzan jabalinas. En otra zona del mapa, los lanzapiedras actúan favorablemente para nuestros intereses.

jueves, 11 de octubre de 2012

Arietes que arrasan


La fuerza invasora lleva como cabeza de ataque a los arietes de asedio. Éstos destruyen rápidamente cualquier edificación, más aún si éstas se encuentran próximas entre sí. La respuesta de Tamerlán es mínima: tan sólo recurre a guerrilleros que, lanzando jabalinas, no consiguen causarnos daños de grandes dimensiones.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Los primeros en ingresar a la ciudad


Los caballeros persiguen al onagro de asedio, que siempre resulta una complicación tratándose más aún de los mongoles. Un ariete ingresa a la ciudad. Es el primero y apunta su cabeza de carnero —la que lleva en la punta— contra una torre de vigilancia. Los lanzapiedras vienen detrás para apuntar a otros objetivos también importantes.

martes, 9 de octubre de 2012

Creando la brecha


Procedimiento que funciona, procedimiento que se vuelve a usar. Los arietes de asedio se encargan de destruir la muralla para permitir el paso de la caballería pesada y los mangudais para concretar la conquista de la ciudad de Tamerlán. Las bajas sufridas, momentos antes, han sido recuperadas con el entrenamiento de nuevas unidades de combate.
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