Maquinarias de asedio

Una serie de lanzapiedras colcados a cierta distancia de los objetivos de bombardeo. Ubicados más atrás, un contingente de paladines listos para arremeter con lo que quede y luego ocupar el terreno conquistado.

El enemigo al descubierto

Luego de pagar una cuantiosa suma por los espías, se puede acceder a la visibilidad del terreno. Aquí se ve el centro urbano de los turcos. Hay muchos aldeanos desocupados. Que estén así indica que se les acabó los recursos para producir más granjas que aporten alimentos. Entonces, no podrán crear más unidades militares que los defiendan.

Asedio de los españoles

Un significativo número de paladines y otro de cañones de asedio se preparan para bombardear la ciudad turca del Sultán Murad. La flota de los aliados se mantiene asediando la costa. La tarea será asediar por vía terrestre. Ya dieron el primer paso: han eliminado las defensas periféricas.

Castillo en llamas

La ciudad de los sarracenos ha quedado, sin restos, atrás. Ahora es el turno de los turcos. Cuatro lanzapiedras atacan a un castillo que encuentran en las afueras de la ciudad.

Trabajo de arietes

Empezó la ofensiva. Dos arietes de asedio se encargan de destruir las murallas de los sarracenos del General Shirkuh. De esta manera se abre el paso para que el resto de los aliados se dirija hacia el nuevo objetivo: la ciudad turca del Sultán Murad.

La Horda

Como si fuera en las estepas asiáticas, los mongoles se dirigen a su nuevo objetivo. Cabalgan diestros e imponentes hacia la ciudad turca del Sultán Murad.

Poderío vikingo

Armas de asedio vikingas que se dirigen a ultimar la ciudad sarracena. Ésta ya no tiene fuerzas para luchar ni aldeanos para recolectar recursos, pero los vikingos insisten sin compasión. Lo mismo haría el enemigo con ellos. Un detalle: los españoles ya se han reforzado y están listos para atacar.

Barriendo a los sarracenos

La flota vikingo-mongola destruye lo que queda de infraestructura naval sarracena. Ambos aliados están bien dotados para seguir luchando.

Aún quedaban naves japonesas

Un par de galeones japoneses de Date Masamune, el primer eliminado, se hallaban refugiados en la costa turca, protegidos por las torres de bombardeo. No atacan pero eluden a los galeones hostiles.

General Shirkuh eliminado

Los mongoles barrieron a los sarracenos. Esos esqueletos que se pueden ver sobre el campo cultivado son los restos de los aldeanos masacrados. Sinceramente los mongoles son para tenerles cuidado.

Muelle turco atacado

Galeones mongoles atacan un muelle turco para que ya no produzca más naves. Están fuera del alcance del par de torres sarracenas que aparecen en la imagen.

Expedición de los mongoles

Un bien armado contingente mongol desfila frente al castillo español, pasarán por una “tierra de nadie” antes de llegar a terretorio sarraceno. Mangudais y húsares, adelante; poderosos y devastadores onagros de asedio cierran la marcha.

Valerosas naves

La flota vikingo-mongola se interna en un golfo peligroso, pero más importante es su valor para hacerlo. Mientras tanto los españoles se van recuperando para luego emprender la guerra bajo su mando.

Españoles pasan apuros

Los españoles, casi diezmados, se defienden como pueden. Una expedición combinada de sarracenos y persas los ataca. Al final los españoles fueron victoriosos. Sin embargo, hubo que desplazarse hacia el oeste y mejorar las defensas.

Arsenal vikingo

Los vikingos, aliados de los españoles, están bien preparados para atacar. Esperan la orden de su caudillo, Magnus el Fuerte, para ir a la lucha. La imagen es imponente.