Las condiciones del mapa determinaron en gran manera cómo se desarrolló la partida. Como siempre los jugadores del sistema, o mejor dicho, aquellos que juegan dirigidos por el programa o la computadora, son los que evolucionan más rápidamente que los dirigidos por un ser humano. Es así como en las primeras capturas de imagen, correspondientes a los primeros momentos del juego, si se tratan de acciones bélicas, tienen como protagonistas a los jugadores del sistema. Fueron mis aliados, Almirante Yi Sun-shin, Wu Ze-tian y Zhao Kuang-yin los que se enfrentan a los cuatro mongoles, Kushluk, Chepe, Genghis Khan y Subotai. Los japoneses se ocupaban de construir una economía sólida, en algunos momentos apoyar con recursos a los aliados, ir observando la evolución del conflicto y reconocer el territorio del enemigo en cada incursión aliada.
Con los contendientes repartidos en dos islas y separados por un canal, la única manera de combatirse fue en las aguas, mediante los barcos de guerra y, en menor medida, con los desembarcos de unidades terrestres que no hacían, al principio, un gran daño a los oponentes. Entonces, el canal se convirtió en una tierra de nadie. Constantemente cada participante enviaba su flota para enfrentarse a la del rival. Se vio, galeones, galeones artillados, galeones artillados de élite, brulotes y brulotes rápidos e incluso, con menor frecuencia, buques de demolición pesados. Salidos del muelle o astillero, partieron rumbo a encontrarse con el enemigo sea cual sea. Los dos bandos se apoyaban entre sí. A veces uno de los contendientes enviaba su flota y ésta terminaba peleando contra dos rivales al mismo tiempo. Hubo batallas en las que se involucraban hasta cuatro facciones, en un combate de tres contra uno o dos contra dos. En fin, la gran batalla naval fue una lucha a muerte buscando que el otro ceda para que luego su isla sea invadida.
Lo más importante para conseguir fue la madera. Hacia los momentos finales de la partida ya no quedaba un solo bosque existente. Todos fueron devorados por las hachas de los leñadores en ese afán de enviar más naves al frente de batalla. Una gran postal que nunca logró aparecer es la siguiente: un número elevado de aldeanos de Zhao Kuang-yin muy laboriosos. Al final quedaron desempleados, pues se agotaron los árboles.
La adquisición de monedas estuvo manejada por la explotación de las minas de oro y el robo de reliquias que eran liberadas de los monasterios por obra de un bombardeo. Sin embargo, la fuente más importante de ingresos fueron las caravanas comerciales entre nuestro mercado y el mercado coreano; como también, las urcas mercantes dirigidas al puerto del Almirante Yi Sun-shin. Ninguna de las rutas tuvo problemas de ataques enemigos: las carretas comerciales iban por el medio de la isla y las naves mercantiles navegaban a cabotaje desde nuestro puerto ubicado a las espaldas del canal, el frente de batalla. Mis aliados también aprovecharon la oportunidad de hacer comercio con los japoneses.
Hay eventos que coinciden en un momento dado. Cuando los mongoles hacen sus últimas incursiones navales de gran peso, cuando Kushluk anduvo medio herido de muerte, debilitado por constantes ataques marinos, es el momento en que surge la flota de los japoneses para entrar en acción. En ese entonces, la economía nuestra podía hacer frente a los gastos de mantener una flota y un ejército activos.
El mejor lugar para establecer una base militar en la isla era uno de los extremos. Elegí el extremo occidental ya que allí se hallaba Kushluk, minimizado y casi destruido. De todos los mongoles era quien anduvo más rezagado y no fue para menos. Su presencia en sus orillas estuvo tan mermada que Chepe, un participante ubicado al centro de la isla, tuvo construido un molino para explotar los recursos naturales más cercanos a la costa. Es más, viendo la zona que ocupaban en el mapa, los mongoles de Chepe contaron con tres grandes bosques de los cuales alimentaron su armada y les permitió expandirse a su gusto con lo cual fueron, por mucho tiempo, los líderes de la partida.
El resto ya ha sido relatado. Eliminación de Kushluk, el establecimiento de dos castillos luego de perder uno y la participación conjunta entre los coreanos y japoneses para vencer a Chepe y Subotai, además de mis esfuerzos privados por vencer a Genghis Khan. Ubicar aldeanos desocupados y eliminarlos para pagar menos por los espías, fue necesario. Los encontré casi por suerte, pues el terreno de la isla era desconocido en su totalidad. Fueron ataques selectivos con fines estratégicos.
Una vez Chepe derrotado, las distancias entre éste y yo eran un poco ventajosas para el primero. Ya cuando se encaminaba la victoria de la coalición de chinos, coreanos y japoneses las distancias eran de temer si no concluía la partida en el primer lugar. La situación fue difícil. Los aliados, especialmente el Almirante Yi Sun-shin, habían retomado sus incursiones en la isla de los mongoles y eso significaba apresurar el paso rumbo a la victoria final. Por último, eso motivó a que mis japoneses y yo seamos más incisivos y nos apuremos en vencer a los mongoles. Luego de anunciada la victoria las estadísticas definitivas fueron alentadoras: había logrado superar a Chepe por casi 600 puntos. Un milagro a base de esfuerzo.