Carlomagno se retira

Sólo había que victimar a cinco aldeanos trabajando en la recolección de madera. Primer rival que se retira. Su espacio era muy estrecho y quizá eso los llevó al poco desarrollo. Carlos Martel quedó sin aliado y no recibió recursos de él, como ayuda, ya que éste no había construido un mercado. Hay un par de minas de oro y una cantera de piedra que resultan atractivas para su aprovechamiento. Primero hay que hacer caer a las torres.

Expedición contra Carlomagno

Primero un explorador recorrió el territorio azul y no encontró nada de temer. Acto seguido, partió desde la ciudad de los francos amarillos una expedición de arietes para destruir las torres, únicas defensas de Carlomagno.

Desbaratando la ofensiva

A veces a los enemigos se les da por encarar castillos, en una quijotesca empresa. Sólo así pudieron ser rechazados Luís XI y sus lanzadores de hachas. El resto de su expedición cayó a manos de los paladines amarillos y también, irónicamente, por medio de luchas entre los rivales de otros bandos, que en un principio están dispuestos a atacar al mismo objetivo y terminan por atacarse entre ellos.

Carlos el Atrevido supera las murallas de Pipino el Breve

Son pocos pero allí están. Paladines de Carlos el Atrevido hacen honor al nombre de su líder. Ya hay una brecha en la muralla. La situación se torna difícil. Por el norte va Luís XI; por el suroeste, Rey Felipe I. Estos aliados coordinaron bien y se dividieron el trabajo. Los pocos paladines amarillos buscan hacer bien lo suyo y repeler a los invasores. Pipino pone de su parte. Aún dentro de la ciudad, se cuenta con cuatro castillos que pueden defender la ciudad, pero los enemigos podrían llevarse las vidas de los pobladores.

Un rival poco desarrollado

Resulta difícil de creerlo. Carlomagno, el más famoso de los francos, no ha desarrollado su ciudad a la par que los demás. Una expedición de Pipino el Breve, seguida visualmente, revela lo poco que aquél ha evolucionado. Tan sólo torres, un centro urbano y ningún castillo. Es un objetivo fácil y valioso considerando que hay minas de oro y canteras de piedra en estado virgen.

Pasó el peligro

No siempre los enemigos son efectivos, aunque van minando la resistencia y capacidad defensiva lentamente. Felizmente sobraron paladines vivos y aptos para una lucha sostenida. Ellos fueron los que se movilizaron de un frente a otro para frenar el avance del oponente. Fueron héroes. Además, contaron con el apoyo de Pipino el Breve para rechazarlos.

Gran expedición de Felipe el Bueno

La marcha de los rojos va compuesta de caballería ligera y armas de asedio. Una de éstas ya fue destruida. Los paladines amarillos salen a hostigarlos antes que lleguen a las puertas de la ciudad de nuestro aliado, quien por cierto ha fracasado en su asedio anterior. La alerta está encendida ya que Luís XI y Rey Felipe I no han levantado su asedio y, lo que es peor, no hay quien les ponga un alto.

Segunda oleada gris y naranja

Se trata de Luís XI y Rey Felipe I. Nuevamente Pipino el Breve se ha ido a la carga contra Carlos Martel. Nos queda, nuevamente, defenderle la casa. Un paladín de Carlos el Atrevido hace frente a dos paladines nuestros. De esa manera evita que ellos se dediquen a su tarea, retrazando más el momento en que cumplan su labor. Así, son obstáculo y las armas de asedio trabajan a su antojo antes de ser eliminadas.

Carlos el Atrevido surge

Si bien hay una torre protegiendo la entrada, ésta sería destruida por más de ocho paladines enemigos dándole golpes de espada, mientras intente, infructuosamente, dejarlos fuera de combate lanzando una flecha por segundo. Después de estar refugiados en un castillo de Pipino el Breve, los paladines amarillos salen a la batalla cuando son necesarios. Entre los bosques, cuya ruta conduce al feudo amarillo, se erige otro castillo de mi aliado. Allí también se ha destacado un contingente de paladines. Es la única defensa entre el exterior y nuestra tierra.

Paladines en acción

Los paladines amarillos, la fuerza de choque, hacen retroceder a las fuerzas de Felipe el Bueno. Mientras Pipino el Breve ataca a Carlos Martel desde otro frente, los paladines le defienden las espaldas. Un poco más de terreno ha sido explorado, gracias a la caballería ligera de mi aliado. Ya se van conociendo los emplazamientos de cada participante de esta refriega.

Primera batalla importante

Se enfrentan Pipino el Breve versus un combinado de Luís XI y Rey Felipe I. Primero, éste alcanzó las afueras de la ciudad púrpura con arqueros a caballo, pero fueron repelidos. Sólo quedan los cañones de asedio grises de Luís XI, pero Pipino el Breve no tiene muchas fuerzas para vencerlos de una manera rápida. Más bien, ya cuenta con una misión especial de paladines que enviamos para apoyarlo. Con ellos de su parte, mi aliado podrá encarar las batallas con apoyo.

La expedición de Pipino el Breve

Esta es la primera expedición importante que hace mi aliado. Bien nutrida, bien dotada. Lo que se ve en la imagen es la retaguardia de la expedición. La avanzada ya se aproxima al encuentro con la ciudad de Carlos Martel. En el camino, aldeanos de traje verde, que se ve son recolectores… aunque el molino que se ve pertenece a Pipino el Breve.

Paladines amarillos apoyan a Pipino el Breve

El límite poblacional ha aumentado. La reliquia ha sido capturada y permanece en un monasterio. Esperemos que nunca salga de allí. Felipe el Bueno anda bien provisto. Sus esfuerzos por vencer a Pipino el Breve son muchos. Incluso se puede decir que hacen un gasto de recursos importante: en la imagen se aprecia a un artillero manual dando la espalda a un paladín que lo persigue.

El ejército de Pipino el Breve

Rápidamente ha conseguido crear cañones de asedio, piqueros como infantería y lanzadores de hachas, aparte de saboteadores. Una avanzada suya ya se haya enfrentando a Felipe el Bueno (rojo). Una reliquia ha sido localizada en lo que correspondería una suerte de nuestro territorio. Más allá de su emplazamiento, queda un terreno que puede ser utilizado como último refugio, en el peor de los casos.

Levantando la muralla

Una aldeana construye la muralla que debe evitar el paso de enemigos. Ya se han captura todas las ovejas posibles y ellas sirven de comida. Pipino el Breve, mi aliado, lleva más ventaja sobre mí. Su ciudad la ha construido a una velocidad mucho mayor. Nosotros, los francos amarillos, debemos explorar y reconocer el territorio para definir donde edificar lo necesario.