Debido al tiempo transcurrido —desde su estreno hasta hoy— ya debe haber literatura crítica de cine muy desarrollada sobre la película. Entonces, evitando caer en un círculo vicioso, mi pretensión es encontrarle algún punto, visto desde cierto ángulo, que termine por ser original y novedoso. Es por ello que termino haciendo esta suerte de ensayo o apreciación crítica centrada en uno o dos temas. Por otro lado, estudiar la película globalmente seria un proyecto que tomaría años y el formato del blog no permite algo tan extenso.
Una película de concientización
Antes de empezar hay una condición que debe quedar bien clara: quien escribe el presente texto no simpatiza con la ideología que fomentó la creación del film. Mi pretensión es hacer un análisis objetivo con el propósito de ser más acertado al momento en esta labor intelectual. Espero que quede claro a cualquiera que lea esto desde el momento que queda publicado y de cara al futuro.
Resulta imposible fijarse en Alexander Nevsky sin considerar el contexto histórico que lo produjo. La película fue hecha a pedido de la cúpula de la URSS a fin de coincidir con los propósitos propagandísticos. Existía, en aquellos años, un gran peligro llamado Adolfo Hitler y la sombra de la guerra estaba a punto de caer sobre Europa una vez más. Conocemos bien la historia sobre la Segunda Guerra Mundial, empezó en 1939 y concluyó con dos bombas atómicas, en 1945, al otro lado del mundo.
Eisenstein rodó la película en 1937 y ya estaba lista para 1939. El film reflejaba los sentimientos antagónicos entre rusos y alemanes. Para ese año los intereses de la cúpula soviética habían cambiado y, más bien, se abrió camino a un acercamiento entre nazis y soviéticos lo cual desemboca en el pacto de no agresión conocido como el “Pacto de No Agresión Molotov-Ribbentrop”. Entonces, una película como la creada por Eisenstein no debería tener su lugar ya que implicaría mostrar beligerancia de un bando hacia otro, de soviéticos contra nazis más aún, si se considera que el film había sido monitoreado —durante su creación, paso a paso— por la cúpula soviética. Tratándose de dos regímenes que controlaban mucho el flujo de información y aquello que el pueblo consumía, la película fue retirada rápidamente del proceso de distribución a nivel nacional e internacional.
El curso de los acontecimientos cambiaría unos años más tarde. La hostilidad entre nazis y soviéticos aparece. Es a partir de entonces que las condiciones cambian y el régimen soviético, dirigido por Josip Stalin, iba requerir de propaganda a favor suyo y de instrumentos para instigar el sentimiento anti-germano en la población a fin de tenerla de su lado y motivarla a pelear la guerra. Es allí cuando este film retoma su lugar en las salas de cine, soviéticas y occidentales, dejando las sombras que lo cobijaron durante unos años.
Hemos señalado anteriormente que este film tiene mucho de propagandístico. Ya de por sí, el tema histórico tenía un nuevo significado que generaciones anteriores no le dieron. Se trata de los Caballeros de la Orden Teutónica, cuyo asentamiento era el Sacro Imperio Romano Germánico, y su afán por conquistar Rusia, país sobre el que asentaba la URSS, del cual aparecerá Alexander Nevsky liderando al pueblo ruso hacia su victoria sobre el invasor germano. Entonces, hay un vínculo histórico entre el producto artístico y el contexto histórico que lo produce. Lo que hace el director, dirigido por la cúpula soviética, es aprovechar los hechos históricos para conseguir la concientización de la masa a través del cine.
¿Qué historia era la de Rusia en aquella época que los caballeros teutónicos pretendían conquistarla? Recién se recuperaba de un feroz ataque por parte de las hordas mongolas, incluso en el film se aprecia a un líder mongol que lleva prisioneros rusos en las narices del mismo Alexander Nevsky sin que él resuelva el asunto por más que un anciano se lo pida. Por otra parte, también habían sufrido la arremetida de los suecos (tal como los llama el film) o mejor dicho los vikingos. Ambos pueblos, el mongol y el vikingo, eran conocidos por sus atrocidades. Contra los mongoles, se puede afirmar que la lucha concluyó con una derrota rusa; sin embargo, contra los vikingos el resultado fue de una victoria en la que participó Alexander Nevsky, conocido también como Príncipe Alexander. Ambos enfrentamientos dejaban como saldo una abatida Rusia. Los caballeros teutones preveían una victoria sencilla sobre ellos, un pueblo cuyas paisajes campestres estaban llenos de osamentas, restos de armaduras y armas de guerra, pero al mismo tiempo lleno de una riqueza que atraía a los invasores.
Existen ciertos elementos que aportan al film ese condimento propagandístico; unos a favor de la ideología soviética, otro dirigido contra el invasor teutón, resaltando su peores aspectos y un tercer componente está a favor de las virtudes pueblo ruso.
La ideología soviética (o también comunista) se manifiesta en la manera cómo se representa tanto a la nobleza como a la burguesía, los dos elementos a los que se oponía la Revolución Rusa y una vez, consolidada en el poder, la cúpula soviética se encargó de mantener como objeto de antagonismo. Ni los nobles ni los burgueses quieren pelear contra los caballeros teutones. A cambio de empuñar armas prefieren pagar un rescate por las ciudades que han tomado. Otro de los aspectos importantes es que el film resulta anticlerical: los caballeros teutones son cristianos católicos. El catolicismo está vinculado a los teutones (y el público identificará en ellos a los nazis alemanes). Las acciones militares de los caballeros teutones están precedidas por rituales católicos a los que se opone al comunismo ateo.
Casi no hay muestras de expresión religiosa en los rusos. A lo mucho, en los últimos momentos de la película, Alexander Nevsky declama ante el pueblo de Novgorod que ruso que olvide la gran victoria sobre los teutones será un “judas” o traidor de su propia patria. Luego nada más.
El enemigo, los Caballeros de la Orden Teutónica, es descrito como capaz de matar todo lo que encuentra, malvado y carente de sentimientos. En imágenes se nos muestra a un caballero teutón arrojando niños recién nacidos al fuego cuando han tomado la ciudad de Pskov y empiezan un gran genocidio. La violencia que ellos generan incluso lleva la bendición de sus religiosos, es como si obraran en nombre de Dios. El obispo que llevan los Caballeros Teutones tiene una disimulada esvástica nazi que adorna su mitra.
El casco de los soldados rasos teutones es similar al de los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Es poco práctico, casi inútil para fines bélicos, pero es utilizado para fines de concientización, para que el espectador relacione al enemigo del pasado con el enemigo de su presente. En definitiva no es un casco como los que se conocen que fueron usados durante la Edad Media.
Finalmente, corresponde ocuparse del pueblo ruso. La película tiene pasajes en los que incorpora canciones. Ellas son importantes para un entendimiento cabal de la película. Al principio la voz cantautora habla que el pueblo ruso ha exterminado a feroces guerreros (los suecos), que costó lograrlo, pero en ello está su valor pues demuestra que los rusos fueron mucho más fuertes que sus enemigos. En otro momento, la voz cantautora dice, a manera de sentencia, que nadie penetrará en tierra rusa; o bien que habrá honor para el que pelea y vive; mientras que gloria para quien pelea y muere. Al final de la batalla la voz cantautora es femenina y de tono plañidero, que lamenta las muertes de los rusos, quienes llaman —en sus últimas horas— a las mujeres que forman parte de sus vidas: madres, esposas, novias, hijas. La misma voz dice que no desearía un hombre bello sino uno valiente que da su vida por su patria porque eso es más valioso.
Por parte del pueblo ruso se puede apreciar que se le representa capaz de grandes logros, si actúa colectivamente. Dirigido siempre por el líder adecuado conocedor de la mejor estrategia y de gran arraigo en los corazones del pueblo. La batalla, que toma buen tramo del film, también da señales de concientización: no se debe flaquear y los que flaquean o se confían pierden la vida y lo mismo para los que escatiman recursos. El ejemplo más claro es el armero que muere porque su cota de malla es corta. Otro ejemplo, es el de dar la vida por el líder. Hay un hombre que opone su cuerpo a las lanzas que van a caer sobre el cuerpo de Alexander Nevsky durante la batalla.
La concientización está basada en hacerle recordar al pueblo soviético —o mejor dicho, repetirle constantemente— sus virtudes, expresada de distintos modos, a cada momento que resulte oportuno y en señalar, claramente, quién es el enemigo, como compendio de todo lo que se opone al régimen y pueblo soviético… así funciona el proceso de la concientización y en eso ha trabajado minuciosamente el director.