Los esfuerzos de Rey Cielo Tempestuoso dan como resultado que sus guerreros águila de élite puedan ingresar a la ciudad de Hocico Torcido, mi aliado. No han derribado castillos, tampoco murallas; más bien lo que han hecho es burlar las defensas, eludiendo las flechas, y se introdujeron en la ciudad fortificada. Ballestas de mi aliado intentan ultimar a los invasores.
Blog dedicado al videojuego Age of Empires, sus expansiones y cosas afines
domingo, 17 de abril de 2011
Guerreros Águila de élite persiguen a una aldeana
Los esfuerzos de Rey Cielo Tempestuoso dan como resultado que sus guerreros águila de élite puedan ingresar a la ciudad de Hocico Torcido, mi aliado. No han derribado castillos, tampoco murallas; más bien lo que han hecho es burlar las defensas, eludiendo las flechas, y se introdujeron en la ciudad fortificada. Ballestas de mi aliado intentan ultimar a los invasores.
sábado, 16 de abril de 2011
Ardilla Humeante se va
Es el primer enemigo que queda fuera de la contienda bélica. A mi parecer las razones que lo motivan es el estrecho terreno en el que le correspondió tomar lugar. Hasta el momento, ni mi aliado ni yo, hemos explorado su tierra. Debido al tiempo transcurrido puedo suponer que aún existen reservas de recursos importantes. Sería bueno aprovecharlas antes que lo haga otro.
viernes, 15 de abril de 2011
Onagros
Onagros de asedio de Rey Cielo Tempestuoso y Caparazón de Humo avanzan a sangre y fuego hacia las fortificaciones de Hocico Torcido. Lamentablemente aún no puedo contar con una fuerza militar suficiente como para ir en su apoyo. Y lo digo porque estoy en la espera —en cualquier momento puede suceder— de una repentina expedición enemiga contra mi ciudad; así que mejor vale proteger el pellejo propio, al menos por ahora.
jueves, 14 de abril de 2011
Ante las murallas de Hocico Torcido
Arqueros de plumas de élite, quienes pelean bajo el mando de Rey Cielo Tempestuoso, disparan sus flechas contra dos guerreros águila de élite de Hocico Torcido. La primera batalla fue a favor del enemigo, pero para que ingresen en la ciudad fortificada les será un poco más difícil. Mi aliado cuenta con castillos que la defienden.
miércoles, 13 de abril de 2011
Hocico Torcido enfrenta a dos rivales
Empieza la acción bélica. Aparecen, de rojo, los guerreros de Caparazón de Humo y de aguamarina los pertenecientes a Rey Cielo Tempestuoso. La formación de los mayas rojos me parece muy curiosa: llevan los espadachines de mandobles en los flancos y los guerreros águila van en el medio y cierran la formación con seis de ellos en dos filas. Los arqueros de plumas de elite se van colocando a cierta distancia de los guerreros de Hocico Torcido, que salen a la defensa de su ciudad. Un solitario lanzapiedras hará frente a por lo menos tres de mi aliado.
martes, 12 de abril de 2011
Capturando pavos
En Mesoamérica, a diferencia del Viejo Mundo y el Asia, no aparecen las ovejas. Más bien siempre se encuentran pavos. El aldeano de la imagen está tratando de llevarlos hacia el centro urbano para servirse de ellos como alimento.
lunes, 11 de abril de 2011
Caciques Mayas
Ahora vamos al Nuevo Mundo, específicamente Mesoamérica. Otros mapas, nuevos tipos de ejércitos, nuevas civilizaciones y nuevas formas de afrontar el desafío de conseguir la victoria.
El mapa seleccionado es Yucatán, ya que allí se desarrollaron los pueblos mayas. La dificultad es la máxima. Los participantes, que siguen siendo ocho, están distribuidos en cuatro equipos con dos contendientes cada uno. El primero: Valmont (gris) y Hocico Torcido (verde); el segundo, Nenúfar-jaguar (azul) y Jaguar Escudo II (naranja); el tercero: Rey Cielo Tempestuoso (aguamarina) y Caparazón de Humo (rojo). Finalmente, el cuarto equipo, Dios del Cielo de Piedra (amarillo) y Ardilla Humeante (púrpura).
Entonces, a partir de mañana, la acción regresa.
sábado, 26 de marzo de 2011
Rey Leovigildo
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Leovigildo, uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Rey Leovigildo (según Age of Empires) o simplemente Leovigildo fue un rey visigodo durante los años 572 y 586. Era hijo de Liuverico. Obtuvo el reinado tras la muerte de su hermano Liuva I con quien previamente tuvo una situación de co-gobierno. Leovigildo era gobernante de la Hispania Citerior que comprendía los territorios de la actual Cataluña y Valencia y otros pueblos de la costa mediterránea de la actual España.
Durante su gobierno emprendió diversas campañas militares en diferentes lugares de Hispania con lo cual afianzó su poder en la antigua Toletum (la actual Toledo). Entre sus campañas destaca una contra los vascones, a raíz de lo cual consiguió fundar la ciudad de Victoriacum (o Victoriaco) que le servía para tener el control de Vasconia, la tierra de los vascos. Una de las razones que se esgrimen para justificar el hecho consiste en que Leovigildo conocía de los constantes saqueos en la zona comprendida entre el rio Ebro y los montes Pirineos.
Leovigildo reinó catorce años de los cuales sólo en uno pudo estar libre de guerras, tiempo en el que se dedicó a la construcción de la antigua ciudad visigoda de Recópolis en honor a su hijo Recaredo y siguiendo una costumbre muy extendida entre romanos y bizantinos. En el inicio de su reinado guerreó contra los bizantinos sin obtener mucho éxito. Se dedicó, además, a sofocar las rebeliones al norte y sur de Hispania entra las que destacan la rebelión de los nobles cántabros. Otra de sus guerras fue contra los francos.
Un particular episodio de su vida es la guerra civil contra su hijo Hermenegildo, que se había sublevado contra él. En el plano religioso, Leovigildo era arriano; mientras que su hijo rebelde, católico. Contaba, además, con el apoyo de los suevos liderados por su rey Miro. Sin embargo, Leovigildo logra controlar la rebelión y Hermenegildo muere. Tras la muerte del rey Miro en batalla su sucesor, Eborico, pasa a ser aliado de Leovigildo.
La conquista definitiva de Lusitania no llegaría hasta el 585 cuando era gobernada por su rey Audeca (o Andeca). Leovigildo aprovechó los problemas de sucesión dinástica que atravesaba el reino suevo para intervenir. Miro había muerto y Eborico fue destronado por los nobles suevos porque reconoció la superioridad de los visigodos sobre los suevos. En ese contexto apareció Audeca quien destronó a Eborico y se casó con la madre de este tratando de legitimar su trono, pero fue vencido por Leovigildo y enviado a un monasterio por el resto de su vida. Cuando Leovigildo logró conquistar Galicia nombró un gobernante visigodo, representante suyo ante el nuevo pueblo anexado a su reino y gobernó al pueblo suevo de acuerdo a las leyes de los mismos.
Entre otra de sus labores figura la creación del Codex Revisus (o Código de Leovigildo). La importancia de este cuerpo legal consiste en que establece la equiparación jurídica de las poblaciones visigodas e hispanorromanas en los procesos legales. Además, elimina la prohibición de matrimonios entre visigodos y hispanorromanos. Anteriormente dicha situación implicaba la pena de muerte.
Nota de redacción: Todas las partidas de Age of Empires II: The Conquerors Expansion relatadas en este blog constan de ocho participantes (siete dirigidos por la inteligencia artificial del juego y otra dirigida por quien tiene la palabra ahora y escribe bajo el sobrenombre de Valmont). Con la partida denominada Todos los Godos sucedió un problema. Hubo siete participantes aparte de mí, pero dos de los participantes tienen el nombre repetido, ése fue Rey Leovigildo. He notado, al momento de iniciar partidas, sólo por la curiosidad de conocer cuántos nombres diferentes pueden aparecer liderando una civilización, que en ocasiones el juego puede duplicar un nombre e incluso hasta triplicarlo. Según he visto, sucede a menudo con las civilizaciones de las que la Historia conoce poco tales como godos, hunos, aztecas o mayas, por citar algunos ejemplos. Cuando se organiza una partida de ocho participantes, con siete participantes del mismo pueblo y dirigidos por la inteligencia artificial, se puede presentar dicho problema porque el software no dispone de muchos nombres para escoger porque el total de ellos (en los godos, hunos, aztecas o mayas) es escaso. Apenas llegan a nueve o diez a diferencia de los ingleses, franceses y españoles para los cuales el juego dispone de más nombres.
Rey Leovigildo fue mi aliado en la mencionada partida, pero también hubo un rival que llevaba su nombre. ¿Cómo podemos solucionar este problema? Supongamos que hubo una revuelta en su pueblo, se formaron dos bandos y cada cual quiso pelear en nombre de su rey. Listo. Prometo tener más cuidado a la hora de elaborar las partidas.
viernes, 25 de marzo de 2011
Rey Alarico II
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Alarico II (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Rey Alarico II (según Age of Empires) o simplemente Alarico II fue el octavo rey de los visigodos, desde el año 484 hasta el 507. Fue hijo de Eurico. Tuvo un matrimonio con Teodegunda, hija ilegitima de Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos.
En el 484 Alarico II negó refugio a Afranio Siagrio, gobernante romano del último reducto del Imperio Romano de Occidente, quien fue derrotado por Clodoveo I, rey de los francos, en Soissons. Siagrio fue enviado donde los francos y fue decapitado. Alarico II cedió entregarlo luego de las constantes intimidaciones de Clodoveo.
Alarico II murió en la batalla de Vouillé que enfrentó a los visigodos contra los francos dirigidos por Clodoveo I, quien de acuerdo con Gregorio de Tours asesinó al propio Alarico II y tomó posesión del tesoro de Tolosa. Con esta derrota se marca el final del Reino de Tolosa. Todas las posesiones visigodas en la Galia, a excepción de la Narbonense, fueron perdidas.
Este rey visigodo también es conocido por haber elaborado un cuerpo de leyes conocido como Breviario de Alarico o bien como Lex Romana Visigothorum, el cual recoge el derecho romano postclásico y vulgar vigente en tiempos de Alarico II y aplicado en el Reino de Tolosa, siendo una de las más importantes junto al Codex Euricianus; mientras que éste era ley entre los visigodos, aquél era ley para los galos e hispanorromanos. El propósito de Alarico II fue la convivencia de las dos poblaciones por la vía del derecho consuetudinario.
jueves, 24 de marzo de 2011
Rey Walia
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Walia (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Rey Walia (según Age of Empires) o simplemente Walia o Wallia fue el cuarto rey de los visigodos entre el 415 y 418 de la era cristiana. Hermano de Ataulfo, a la muerte de éste y su sucesor Sigerico, fue designado rey.
Tras el asesinato de Ataulfo, Sigerico accedió al trono. Durante sus cortos siete días de gobierno se encargo de asesinar a la descendencia de Ataulfo, es decir, sus seis hijos, y hostilizó a Gala Placidia, futura emperatriz consorte romana viuda de su antecesor. Los partidarios de Walia, ante tanta violencia, decidieron dar muerte a Sigerico.
Walia estableció la capital del reino visigodo en Tolosa. Posteriormente intentó ocupar el norte de África pero una tempestad y escases de víveres hizo fracasar sus planes. A raíz de esto último, firmó un tratado (foedus) con el emperador Honorio. En dicho tratado el emperador romano entregaba 600.000 moios de trigo a cambio de devolver a Gala Placidia y de eliminar a los vándalos silingos de la Bética y a los alanos de Lusitania.
En el 418 Walia cumplió con su parte del tratado. Sólo restaba eliminar a los suevos y a los vándalos asdingos; pero cuando Walia estaba a punto de hacerlo Honorio cambió de planes y decidió entregar la Aquitania a los visigodos para su establecimiento.
A su muerte, Walia fue sucedido por Teodorico I, yerno de Alarico I. Walia algunas veces es tomado como la fuente histórica que dio origen a la figura de Walter de Aquitania, un héroe de la épica medieval.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Rey Eurico el Visigodo
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Rey Eurico el Visigodo (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Rey Eurico el Visigodo (según Age of Empires) o simplemente Eurico nació en 440 y murió en 484 de nuestra era. Fue rey de los godos (después de asesinar a su hermano Teodorico II) y su reinado duró desde el 466 al 484. Era hijo de Teodorico I y posteriormente fue sucedido por Alarico II. Estuvo casado con Ragnanilda, una supuesta hija de Meroveo, rey de los francos.
Su reinado coincide con la disolución del Imperio Romano de Occidente. Los visigodos se habían convertido en una federación al interior del imperio, permitiéndoseles asentarse en el sur de la Galia. En virtud de ese foedus, Eurico no reconoció a Odoacro, rey de los hérulos; más bien, independizó completamente al reino visigodo rompiendo de esa manera el vínculo con una inexistente Roma.
Continuando con su política se apropió de diversos territorios en la Galia y en Hispania. En la Galia tuvo guerras contra francos y sajones e incluso contra Riothamus, un general britano-romano en el cual muchos expertos ven la figura mítica del Rey Arturo. Durante su reinado el reino visigodo se convirtió en el más influyente y poderoso de Europa. Estableció la corte en Tolosa (la que sería la futura Toulose) aunque la verdadera capital del reino debería ser Arlés. Esto es lo que la historiografía española denomina el “Reino de Tolosa” que abarcó una gran extensión de la península Ibérica a excepción de Galicia y el norte de Portugal y la región poblada por los astures y vascones que se mantuvo independiente; en la Galia ocupaba una buena parte de ella al oeste del río Rin y al sur del río Loira. Durante sus vínculos con el agonizante Imperio Romano de Occidente mantuvo una independencia de facto.
Hacia el 472 Eurico envió a Gauterico a tomar las tierras de Pamplona y Zaragoza como también otras ciudades cercanas y conquistó Tarraco en 474. Mantuvo creencias arrianistas (una herejía cristiana) al extremo de llegar al fanatismo. También dejó un cuerpo legal conocido como Codex Euricianus, un compendio de las leyes del pueblo visigodo. Con esto se convirtió en el primer rey de un pueblo germánico en preocuparse por una tarea de tal magnitud.
martes, 22 de marzo de 2011
Teodorico el Godo
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Teodorico el Godo, uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Teodorico el Godo (según Age of Empires) o Teodorico I o Teodoredo I (de acuerdo con otras fuentes) fue un rey de los visigodos. Hijo ilegítimo de Alarico, en el año 418 sucedió a Walia y murió en el 451 en la colosal batalla de los Campos Cataláunicos en la que se encontraron los ejércitos de Atila, los romanos de Flavio Aecio y los godos de Teodorico. Con éste rey se inicia el asentamiento de los visigodos en Aquitania y emprende la expansión hacia Hispania. Es conocido además por iniciar el linaje visigodo de Tolosa.
Anteriormente al reinado de Teodorico los romanos habían ordenado a Walia, el antecesor, abandonar Hispania y asentarse en la Galia, específicamente en Aquitania y parte de Narbona. Cuando Teodorico llegó a ser rey, entendió que los visigodos carecían de costa en el Mar Mediterráneo. Aprovechando la debilidad del Imperio Romano de Occidente decidió iniciar la expansión, pero fue frenado por Flavio Aecio y sus aliados hunos, cuando Teodorico intentaba conquistar Arlés. Los visigodos no tuvieron más alternativa que firmar un tratado.
Años más tarde, en 436, Teodorico y los visigodos retoman la tentativa de acceder al Mar Mediterráneo, en medio de un punto álgido de la historia del Imperio Romano de Occidente pues sufría el climax de las invasiones bárbaras. Teodorico intenta sin éxito conquistar Narbona pues Litorio y un grupo de hunos bajo su mando lo impidieron.
Es ineludible hablar de Teodorico sin mencionar a Atila. Desde Panonia (actual Hungría) éste rey bárbaro avanzó con su gran ejércitos hacia Europa Occidental invadiendo la Galia. Avito (futuro emperador de Roma) forjó una alianza con Teodorico contra los hunos, pues los tenían como enemigo común. Se había formado una coalición de romanos visigodos, alanos, burgundios y francos contra los hunos, ostrogodos, escitas, hérulos, gépidos, sármatas y guerreros de otras tribus germánicas menores. La victoria se debió al gran esfuerzo de los godos que, dirigidos por Teodorico, atacaron al grueso del ejército enemigo. Atila se retiró en la noche, en plena confusión.
Teodorico murió en la batalla. Su cuerpo no fue encontrado sino hasta el día siguiente. Existen dos versiones sobre su muerte. La primera dice que fue arrojado de su caballo y luego pisoteado por el mismo. La segunda señala que fue muerto por la lanza de un ostrogodo. Ambas versiones provienen de Jordanes, un historiador romano. Teodorico fue velado y enterrado en el mismo campo de batalla por sus guerreros, de acuerdo con la tradición de los godos. Fue sucedido por su hijo Turismundo, elegido rey en el mismo campo de batalla.
lunes, 21 de marzo de 2011
Teias el Godo
Muchas veces en Age of Empires II los aficionados se encuentran con nombres de los líderes bajo cuyo nombre la civilización —aliada o enemiga— aparece en el juego. Más allá de parecer ficción, casi todos los nombres pertenecen a personajes históricos. Con ello el juego se prestigia aún más pues significa el empleo de investigación para su desarrollo.
Aquí, en un breve espacio, se hace un esfuerzo por dar a conocer quiénes fueron ellos y qué hicieron para ganarse un lugar en los libros de historia. Es el turno de Teias el Godo (godos), uno de los participantes de Todos los Godos, la segunda partida que se relató en Planeta Age.
Teias el Godo (según Age of Empires) o también Teja o Theia (de acuerdo con otras fuentes) fue el último rey de los ostrogodos en Italia. Sólo se conoce de él su fecha de muerte, que se sitúa en el año 552 y 553 de nuestra era. En la batalla de Tagina fue alzado sobre un escudo, a la usanza de los godos, y proclamado como sucesor del anterior rey, Totila, quien había muerto en combate.
En su camino hacia el sur de Italia consiguió el apoyo de figuras importantes que sirvieron bajo el mando de antecesor, entre los cuales se encuentran Scipuar, Gundulf, Gibal y Ragnaris. Su pretensión era realizar un último ataque contra el ejército bizantino liderado por Narsés, un general al servicio del famoso emperador Justiniano. La batalla se realizó en el Monte Lactario al sur de Nápoles. El resultado de dicha batalla fue una contundente derrota de los ostrogodos. Teias encontró la muerte en el campo de batalla y lo mismo se supone de Scipuar y Gibal; Gundulf y Ragnaris emprendieron la huída del campo de batalla, aunque se piensa que éste último fue muerto posteriormente al intento de un agente secreto de los bizantinos.
De esta manera los ostrogodos fueron derrotados y su presencia en Italia se vio cada vez más aminorada como fuerza política capaz de oponerse a otros militarmente hablando. Poco a poco los ostrogodos empezaron a formar parte de la población de la Italia de su tiempo; otros, en cambio, tomaron camino rumbo al reino visigodo al cual se incorporaron. Widhin, el último príncipe ostrogodo de quien se tiene noticia, organizó revueltas en el norte de Italia hacia el año 562 pero fue capturado y sus intentos no lograron trascender.
viernes, 11 de marzo de 2011
Tirante el Blanco. Imágenes para recordar
A continuación se presenta una serie de imágenes, las más representativas de la película analizada. No es exhaustivo, como hago con las partidas que juego, sino más bien he tomado unas cuantas a fin de presentar la película. Ya sea para quienes la conocen, porque la han visto anteriormente; o bien para aquellos que no han tenido la oportunidad de verla, creo que puede resultar un material interesante. Espero que lo disfruten.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Tirante el Blanco. Un pequeño análisis
Debido al tiempo transcurrido —desde su estreno hasta hoy— ya debe haber literatura crítica de cine muy desarrollada sobre la película. Entonces, evitando caer en un círculo vicioso, mi pretensión es encontrarle algún punto, visto desde cierto ángulo, que termine por ser original y novedoso. Es por ello que termino haciendo esta suerte de ensayo o apreciación crítica centrada en uno o dos temas. Por otro lado, estudiar la película globalmente seria un proyecto que tomaría años y el formato del blog no permite algo tan extenso.
Un héroe de carne y hueso
Quienquiera que haya leído Tirante el Blanco y también haya visto la película basada en el libro, encontrará muchas diferencias. Sin embargo, la esencia de la obra literaria se ha mantenido en la película: hay más de sentimientos y hechos de la vida cotidiana que relatos de batallas.
Es indudable que Tirante el Blanco (Tirant lo Blanch por su nombre original) es una novela de caballería, pero es la primera en mostrar un héroe, es decir un caballero, de carne y hueso, que parezca un ser humano común y corriente, incluir aspectos irónicos, sentimientos, defectos, el amor sensual y ya no el amor sublimado tal como los libros de caballería ofrecían al público en el tiempo que el libro apareció, cerca del final del siglo XV.
Tirante el Blanco es un caballero valenciano que es llamado por el emperador de Bizancio para que defienda el imperio contra las arremetidas de los turcos otomanos, quienes llevan conquistadas 9 de 10 partes del imperio, tal como lo dice el Gran Soldán en cierto pasaje de la película. No se precisa que haya pago en metálico, con lo cual llamaríamos a Tirante un mercenario; pero lo que sí podemos precisar es que toma en serio la causa de Bizancio, ya que no desea que los turcos sigan avanzando en dirección a la capital del imperio.
A su llegada a Bizancio (o Constantinopla) a Tirante y sus huestes no se les recibe con gran boato. El príncipe Miguel ha muerto en el campo de batalla y hay luto por ese motivo. De inmediato aparecen las primeras luces acerca de lo que llamaríamos un héroe de carne y hueso. Tirante puede ser un hombre de armas, fiero y vencedor en las lides guerreras; sin embargo, ve a la princesa Carmesina y se enamorada de ella tanto así que se encuentra trastornado, a punto de desfallecer, como si un violento deseo que se apodera de él, hasta que encuentra un lugar donde reposar y allí se desmaya. Según Diafebus, su segundo al mando de las huestes, son “ausencias que sufre” debido a un golpe sufrido en Sicilia. Más adelante Tirante explica que siente dolor por saber que ama pero por no saber si es amado.
Mucho antes que Tirante decida emprender la primera acción militar, más le interesa llevarle un mensaje a su amada. Transcurridos mensajes de ida y vuelta entre ambos enamorados, Tirante emprende su primera acción militar. Hay un predominio de lo pasional y humano sobre las tareas que se debe emprender. Son personajes de carne y hueso: no pueden resistirse a la pasión.
El amor va de ambas partes. Carmesina también está enamorada, queda impactada a la primera vista de Tirante. Su amor trasgrede los límites de la decencia de la época, pero en cosas simples como envíale su cojín cuando Tirante está arrodillado durante toda la misa, o entregarle la túnica que lleva por dentro para que Tirante la vista sobre su armadura a la hora de la batalla. La princesa es una niña que aún juega con muñecas y de amor sabe poco.
En cierta incursión militar, Tirante recibe heridas en el combate y debe reposar. En cambio, en la mayoría de novelas o historias de caballería el caballero puede acabar con cientos de enemigos con un solo mandoble de su espada y sin sufrir heridas. Sin embargo, en caso de sufrirlas, se suelen curar con ungüentos mágicos que los reponen de inmediato.
El título de esta película analizada en la versión para angloparlantes es The Maidens’ Conspiracy. Traducida al español significaría “La conspiración de las sirvientas”. Es muy importante este punto ya que marca toda la historia. En Bizancio, no hay heredero. Los emperadores están muy viejos como para engendrar un nuevo hijo varón. Como hemos apuntado, el príncipe Miguel murió en batalla; así que la única que queda para prolongar la existencia del imperio —a través de la descendencia— es Carmesina; pero ella no puede gobernar aparte de que se requiere de una figura masculina fuerte al mando de Bizancio. Las sirvientas como Placer de mi vida y Estefanía son muy conscientes de esta situación. Ellas ven el amor de Tirante por Carmesina como una posibilidad de solucionar la situación. Con Tirante de emperador, el imperio recobraría fuerza y capacidad de batallar contra los turcos. Carmesina, en un primer momento, objetará que no puede desposarse con Tirante ya que él no pertenece a casa noble.
Tirante no sólo ama sentimentalmente, sino además de modo carnal. Carmesina, la amada, es apenas una niña virgen que pone muchas trabas ya que preferiría un romance más idealizado: con un gran príncipe y el beneplácito de sus padres. Hay una idea que ronda la atmosfera de la película: las bodas sordas. Diafebus y Estefanía tienen relaciones sexuales antes de casarse, con lo cual ésta no llegaría virgen a su matrimonio. Una vez sucedido esto, según lo que se desprende de la película, a esas bodas no asisten los padres de muchacha ni hay banquete; en fin, no hay nada que celebrar ya que el matrimonio resultó de una situación deshonrosa. La princesa busca evitar esa situación. No quiere entregar su virginidad a Tirante porque eso supone que su posterior boda sea una boda sorda.
De todos modos, hay una salida para ello. Las sirvientas, como Placer de mi vida, saben que existe un modo de comprometer a Tirante con Carmesina y obligar a los emperadores a aceptar el noviazgo entre ambos. Lo que deben hacer es que se dé una relación sexual entre Tirante y Carmesina con el consecuente embarazo de esta última. Hay un intento en el que participan Placer de mi vida, Tirante y una Carmesina que se halla entre sueño y vigilia, ya de noche cuando casi todos duermen. La seducción termina con que la princesa grita del susto despertando a todo el mundo. Tirante debe huir por medio de una soga que no llega al suelo. Todos han despertado. Incluso el anciano emperador aparece dispuesto a matar a la rata que “asustó” a su hija cuando en verdad quien asustó a la princesa fue Tirante. Ante la premura, para evitar ser descubierto, Tirante se desprende de la soga, a una gran altura, y se lesiona una de las piernas.
Tirante profiere intensos dolores y quejas. Ante la vigilancia del emperador y el resto de la corte, con los cuales debe mantener cordura, la única solución para dar pretexto a la lesión de su pierna consiste en que salga a cabalgar a ver el campamento de los turcos y caer de la silla de montar. Sólo así se justificaría la lesión. Lamentablemente el remedio resulta siendo peor que el mal. Tras la fingida caída, Tirante se lesiona las dos piernas. Ya tenía una pierna lesionada, ahora son dos y de una peor manera: Tirante tiene rotas las dos piernas y se le recomienda un periodo largo de reposo. El emperador informa que Tirante tiene el fémur salido y los huesos quebrados.
La lesión de Tirante no será impedimento para que las sirvientas sigan conspirando. Tras la toma de la ciudad de San Jorge, por parte de los turcos, estos están interesados en negociar la paz mediante un matrimonio entre Mohamed IV y Carmesina. Prejuicios de religión impiden la realización del enlace. Se trata de un islámico con una cristiana. Es allí donde Carmesina decide seguir el consejo de las sirvientas y entregarse a Tirante. Ella espera por éste desnuda y acompañada de sus damas. A Tirante lo cargan en su camilla y a la hora del acto sexual un caballero debe tomar a Tirante de las piernas e impulsarlo para penetración. Tirante no siente el dolor propio de sus lesiones; lo cual nos dice que para placeres carnales estaba bien dispuesto. Un acto que comúnmente es de dos y en privado termina siendo un acto que cuenta con observadores y ayudantes. Un aspecto irónico muy interesante.
Como hemos señalado al inicio, la película y la novela Tirante el Blanco tienen puntos divergentes; pero a pesar de ello la esencia del personaje, que quiso transmitir Joanot Martorell, el autor, se ha mantenido en la película. Hemos visto un héroe de carne y hueso, capaz de amar pasional y carnalmente; un héroe fuerte pero no inmortal, que puede recibir heridas. También se ha visto un universo donde triunfa lo realista ante lo idealista. Por ejemplo, los sueños que Carmesina termina abandonando para entregarse a Tirante en un amor que no cuenta con la aprobación de los emperadores porque Tirante carece de procedencia nobiliaria. El aspecto irónico también es interesante, Hipólito, que apenas aparece en la película, es quien accede al trono de Bizancio, habiendo sido previamente amante de la emperatriz.
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- Desde pequeño siempre he sentido un fuerte interés por la Historia y, además, por elaborar historias. Conocí Age of Empires de un modo fortuito: cierta vez, cuando quise comprar algunos videojuegos, me di con la sorpresa que mi PC era obsoleta. Siguiendo el criterio del vendedor, no me quedó otra opción que este juego sobre el cual escribo. Hoy, años después, lo considero el mejor que he conocido en mi vida.
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